Capítulo 43 | Memorias

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Damon

— ¿Entonces se fueron así sin más? —pregunté mientras me dejaba caer en el sofá, justo al lado de mi hermana quien veía una película, mejor dicho un anime: El amor está en el agua.

Al ver que no me recibía las palomitas que le tendía decidí verla mejor y tal como lo sospeche, estaba llorando.

—Pero que dramática —me reí.

Esto me resultaba muy familiar, después de todo Dulce había reaccionado de la misma forma con la muerte de algunos personajes en cada película que habíamos visto juntos.

—Es que él...—sopló su pañuelo —Y ella...

—Ya, no llores.

—Él la amaba, Damon, además dejó un mensaje aun...

—Enana —desordene su cabello —Shh, no más lágrimas.

—Jamás lo superare.

—Anécdotas les dicen. —traté de bromear pero ella seguía llorando como magdalena así que no tuve de otra que pegarla a mi pecho para abrazarla mientras le daba unas palmaditas en la espalda.

A veces incluso ella olvidaba que tenía un niño interior, todos al fin de cuentas.

Rodee los ojos divertido por la situación y el papel dramático de Ada pero la diversión no duró mucho ya que una voz se escuchó desde la cocina que quedaba a espaldas de la sala, justo detrás de nosotros.

—Pero que bonita familia —Su voz llenó de enojo mi mente. — ¿Amor fraternal?

— ¿Qué quieres? —solté seco. — ¿No que te irías pronto?

— ¿Tan ansioso?

—Ah claro, se me olvidaba lo mentirosa que podías llegar a ser.

— ¿Qué pasa, Ellie? —preguntó Ada con recelo.

Ya no me sentía mal por ella, por mi prima, después de todo dijo que podía odiarla si quisiera y era justamente lo que haría. Ellie me había apuñalado de frente, claro que no literalmente aunque no dudo que moría de ganas por hacerlo.

Jamás podría confiar en esa parte de la familia, incluso lo bueno podía podrirse.

—Nada, en realidad solo quería...

— ¿Insultarnos?

— ¿Matarnos?

—Despedirme —se encogió de hombros, al mismo tiempo que nos miraba con el ceño fruncido. — ¿Están bien?

—Sí, ya olvídalo. —agité mi mano, quitándole importancia. —Adiós Ellie, espero que la vida te trate de la misma forma que nos trataste a nosotros.

—Amén hermano.

Escuché como en lugar de una respuesta, la risa de Ellie comenzó a resonar por toda la sala.

Un olor extraño impregnó todo el lugar ¿Qué demonios olía tan horrible?

— ¿Que es ese olor? —preguntó mi hermana mientras se ponía de pie junto a mí.

Eso fue suficiente para levantar mis sospechas.

—Oh, que tonta, casi lo olvido. —Ellie nos señaló la cocina muy animada. —Dejé algo para ustedes, mi último regalo.

La mire inquieto mientras intenté acercarme pero cuando por fin reconocí ese olor, lo primero que pude hacer fue tomar a mi hermana en brazos y corrí hacia la ventana más cercana.

Ese olor era gas. Ellie había abierto todas las salidas del gas.

La explosión se escuchó a los segundos, no sabía que había pasado con Ellie, lo único que sabía era que estaba siendo consumido por una oscuridad de la que solo escuchaba los gritos de mi hermana.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora