Capítulo 46| Te odio.

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Hola a todos.

Por favor no se salten esta notita.

Esta es una advertencia de que el capitulo de ahora contiene escenas narradas que pueden alterar tu mente, no es de mi agrado narrar esta parte creo que es la más dolorosa que tuve que escribir, pero bueno, les dejo en sus manos la decisión de leerla.

Este capitulo Contiene escenas perturbadoras, quedas advertido.

Dulce

El camino me tomó más de media hora, sabía que a donde me dirigía, quedaba lejos pero no pensé que tanto, después de lo que pasó jamás me atreví a visitarla, me sentía tan culpable.

Hoy hacia un día nublado, las nubes comenzaban a tornarse oscuras dejando clara la advertencia de que la lluvia vendría después, eso no me importó ya que aún estaba lo suficientemente claro, después de todo eran aún las cuatro de la tarde.

Frené el auto al sentir el olor característico de este lugar y lo estacione donde se debe, me pareció extraño encontrar otro auto estacionado, no había mucha gente que transcurría por estos lares, decidí ignorar ese hecho y camine hacia una pequeña tienda que al parecer seguía abierta.

—Un ramo de margaritas, por favor. —pedí a una señora mayor que se encontraba sentada, ella me sonrió y comenzó a empacar mi pedido.

Luego de pagarle y despedirme de dicha señora, comencé a caminar, a paso lento temiendo perderme en este lugar, después de todo era uno de los tres lugares más grandes de este tipo en todo Red Desert.

Después de caminar por unos minutos por fin pude llegar a mi destino, me plantee en frente, inhale mucho aire y comencé a sentarme en el frio suelo, no me importó ensuciarme simplemente quería y debía hablar con ella.

Agarré el ramo, estire mi brazos limpiando unos pétalos marchitos para poner sobre un viejo florero las flores justo al lado de su lapida, en la lápida donde descansaba la primera persona que me quiso y fue mi amiga.

"Sara Carson

Una chica valiente que fue a iluminar el cielo"

Esas palabras fueron tatuadas en ese bloque, además de sus fechas, aún faltaba mucho para su cumpleaños sin embargo la tragedia sucedió cerca al mío. Murió con dieciséis años. Tenía un hermoso cabello castaño, quedaba siempre corto por encima de sus hombros, utilizaba un delineador negro para toda ocasión y siempre llevaba consigo un instinto de confianza y valentía, era la rebeldía personificada.

Entonces comenzó a suceder, una lágrima caía tras otra.

—Perdóname...—dije apenas en un susurro —Siento no haber venido antes, estuve...viviendo —carcajee por mi tonto chiste mientras las lágrimas y la tristeza apretaba duro en mi pecho —Te extraño tanto.

Suspire.

—Solías decir que encontraría muchos amigos en el futuro, que no debía entristecerme, me alegra confirmar que tenías razón, ahora tengo muchos amigos y...—pause un momento para dejar salir todo el aire —También me he enamorado —sonreí —Sé que para ambas era un tema perdido, qué opinas igual que Julie, que no necesitábamos de nadie para vivir pero...

Mis brazos cayeron al suelo, comencé a ver como mis lágrimas empapaban la tierra dejando huequitos en ella.

—Primero te perdí a ti y ahora a Julie ¿Qué más perderé?—grite mientras mi corazón se rasgaba más y más —Si tan solo...si tan solo te hubiese detenido aquella noche, si hubiese sido buena amiga he insistido en que te quedaras, si no hubiese ayudado a aquella chica, si no hubiese faltado a nuestra regla, quizá ahora estuvieras viva, todo fue mi culpa...perdóname.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora