Capítulo 48| Adiós Culpa

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Dulce

— ¿Los recuerdas ahora?

El tono frío y serio que asumió Sam hizo que mi piel se erizara, claro que los recordaba.

No quise voltear, comenzaba a oscurecer y algo presionaba mi pecho de manera increíble, me sentía devastada, me sentía sola, todo era mi culpa, mi maldita culpa, si yo hubiese detenido a Sara, nadie hubiera muerto ese día.

Mi culpa...solo mi culpa.

—Lo siento —Sentí como mi voz amenazaba con quebrarse una vez más —Sam, yo no sabía que vendrían a ayudarme —sollocé —Esa noche pensé que moriría.

—No lo pediste pero lo hicieron.

—Si pudiera regresar en el tiempo...—murmure.

—Pero no puedes. —Oí como su risa rota volvió —Creo que debería dejar de mentirle a Zed y contarle quien eres...

Abrí los ojos de golpe.

¿Él aún no lo sabía? Pues claro que no, si no me hubiese odiado desde el primer instante.

—No, tú no... —voltee a verlo.

Su rostro reflejó odio puro, frustración y algo llamado locura.

— ¿Por qué no hacerlo? —Sam mostró el celular frente a mi rostro, en este se podía observar el contacto de "Zed Idiota Brown"

—Por favor. —Pedí —No puedo...

— ¿No puedes qué? ¿Aguantar el hecho de que alguien más te odie? ¿Es eso? —dejó salir una larga carcajada, él también estaba tan roto.

— ¡No puedo!—grité con todas mis fuerzas mientras daba paso a las lágrimas —No puedo aguantar con más culpa, por mi culpa la mujer que Zed amó está muerta, si él se entera, no podría, yo no podría... él de seguro me odiaría.

—Deberás aprender a vivir con la soledad.

—Lo he hecho toda la vida —deje salir el aire — Quiero que esto acabe.

Sam apretó el botón de llamar, mi cara palideció y la voz de Zed se escuchó a los segundos.

— ¿Aló? ¿Sam? ¿Está todo bien?

—Recuerdas aquella noche que murió Camila —habló Sam mientras me miraba fijamente.

— ¿A qué viene eso? —La voz de Zed se escuchó diferente, más seria y distante — ¿Por qué demonios la mencionas?

—Recuerdo que pensaste ¿Porque demonios entraron a combatir sin alguna razón? enfrentándose a todos esos malditos hombres...

—Claro que lo recuero, nadie habló del caso, pero porque lo haces ahora, ya no viene al caso después de todo lo hiciste, los...

—Mate. —Completó Sam con una sonrisa —Los mate a todos después de unos meses, terminé con toda su mierda.

Lo mire seria.

—Lo sé, fue un caos en la oficina ¿Desde cuándo los mafiosos hacían justicia? —Escuché como Zed soltó una corta carcajada —Pero, dime, ¿Por qué hablas de eso ahora? ¿Acaso estas borracho?

—Sabes, hubo alguien ese día...

— ¿Qué?

—Que en esa casa, hubo alguien, la razón de que ellos estén muertos —Sam volvió a reír —Joder, ahora todo tiene razón, Por eso su padre jamás la mencionó, es más, él se encargó de cubrirlo todo, que nadie se enterara de lo que su hijita había pasado ese día, ocultando su pasado y con él, a Camila y Daniel.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora