Capitulo 27 parte 2

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"N-no," Jungkook cayó al suelo. "Por favor, por favor. No-no me hagan esto, lo siento. Cambiaré. ¡No soy homosexual, no lo soy!" Jungkook gritó, con lágrimas en los ojos que hacían más difícil ver quien estaba frente a él. "¡Estoy c-casado!"

"Jungkook, levántate. Por favor." Jimin dijo suavemente, ayudándolo a ponerse de pie. Jungkook estaba temblando, agarrándose a Jimin. "No me toques" agregó Jimin en un murmullo, más asustado de las miradas de sus compañeros que enojado con Jungkook, quien lo soltó.

Recogió sus libros del suelo y de dio la vuelta, sintiéndose mareado, como si estuviera a punto de desmayarse en cualquier momento. No sabía que hacer, a dónde ir o que pensar.

¿Qué diablos se supone que debía hacer ahora? Fue despojado de su trabajo y título. Se quedó sin nada. Nada. Sin dignidad, sin importancia. Nada. Todo por quién amaba, por quién era.

No había nada más que vergüenza acechándolo, no tenía orgullo, no tenía alegría.

Nada de esa aceptación que había estado acumulando en su mente últimamente. No. No. Desearía poder retroceder en el tiempo y cambiarlo todo. Desearía no ser así. Desearía no haber ido nunca a ese club. Desearía nunca haber conocido a Kim Taehyung y haberse dado cuenta de quién era.

Jungkook caminó desde la universidad hasta su casa, empapado en lágrimas. Los transeúntes le lanzaron miradas de juicio por llorar siendo hombre, pero no le importó. ¿Acaso le importaba?¿Qué le quedaba? Su amor le fue arrebatado, al igual que su orgullo y su honor. No era nadie. No era nada.

Llegó a su casa una hora después, todavía temblando de la cabeza a los pies. Intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada. "¡Abre la puerta, Rosie!" Jungkook golpeó la puerta con el puño, inclinándose hacia adelante. "Abre la puerta" gritó.

Rosie abrió con vacilación. Jungkook entró a trompicones. "Me expulsaron, me dejaron sin trabajo. Me lo quitaron, Rosie" Jungkook la miró con los ojos cristalizados "No tengo nada. Nada. No p-no puedo hacer dinero, no puedo-" sollozó y se llevó la mano a la boca.

Rosie se quedó quieta. Jungkook no podía soportarlo. ¿No podría al menos decir una sola palabra? Rosie se acercó a él. "Tal vez... es una señal, Jungkook. N-no deberías hacer lo que estás haciendo."

Jungkook balbuceó, incrédulo. "¿Crees que s-si tuviera opción, no me detendría? ¡Lo haría! ¡No quiero que me expulsen de la sociedad de esta manera! ¡No quiero que me traten así! Quiero ser a-aceptado, amado, apreciado. No- "Jungkook cerró los ojos, dejando que una lágrima cayera por su mejilla. "No así."

"Se valiente."

Jungkook la miró con los ojos muy abiertos. Ella tragó saliva. "No puedo creer que tenga que decir esto, pero ¿no puedes simplemente detener todo esto? ¿Todas estas tonterías? Como Taehyung" dijo Rosie, y escuchar su nombre hizo que a Jungkook se le cayera el corazón al piso "¿Crees que Taehyung lloraría si perdiera su trabajo? Lucharía por él, o conseguiría otro. No puedes sentarte y llorar así todo el tiempo, es patético".

"Yo-no so-"

"Lo eres, Jungkook. ¡Actúas como una mujer!" Rosie espetó. "Pareces una doncella incluso frente a Verónica, ¿Sabes? Es tan, es tan humillante. Todo el tiempo que estuve con mis hermanas, sus maridos se burlaban de ti por ser tan femenino. Puedes parecer un hombre, Jungkook, pero no actúas como tal. Ellos... ¡Ellos construyen y arreglan cosas! ¡Aman a sus esposas y salen a trabajar! ¿Y tú? Te quedas en casa escuchando música o lo que sea que haces, vas a que Taehyung te folle. ¡Es repugnante, Jungkook! "

Un escudo de vidrio y porcelana alrededor de una flor blanca y deslumbrante se rompió en miles de pequeños pedazos y cayó al suelo. La flor nunca floreció completamente, murió antes de tener la oportunidad de vivir.

"Lo siento." Jungkook exhaló en medio de Rosie gritándole. "Lo siento. Lo siento. Lo siento." dijo con voz débil, vacilante. "Lo s-lo siento."

Rosie se detuvo. "Creo que bien podríamos divorciarnos en este momento, sería vergonzoso seguir contigo".

Jungkook se sintió solo, tan solo, tan vacío, roto, cayendo, rompiéndose en pedazos.

Él era la flor y sus pétalos se estaban convirtiendo en cenizas.

"¿Nada de lo que te dicen te entra en la cabeza? ¿Has perdido la cordura por completo, Jungkook? ¡Escúchame! ¿Qué tan débil eres? ¿No tienes una palabra que decirme? Te estoy gritando, llamándote mujer! Y te niegas a contestarme"

Jungkook quería caer al suelo y llorar hasta que no pudiera respirar más. Quizá la vida se le iría volando y quedaría ahí muerto, pero ese era un deseo demasiado fuerte. Jungkook no podría hacer tal cosa. En cambio, se dio la vuelta y salió de la casa.

"¡Si no cambias, entonces te obligaré!" Rosie lloró desde el interior de la casa.

Jungkook se fue.

"¿Eres gay?" Jimin dijo a través del teléfono. Jungkook le marcó desde la cabina telefónica cerca de la orilla del río. "¿Homosexual? ¿Por qué?"

"No lo sé" respondió Jungkook, de pie rápidamente en la cabina roja adjunta. Había pasado horas a la orilla del río, en silencio, mirando al agua a lo lejos devorar el sol de la tarde. Como lo recibió en sus brazos pero lo mató con la noche.

"Eso está bien... Umm... Que te mejores." Jimin dijo, pero sonaba mal. "No estoy seguro de lo que quieres que diga, Jungkook, me preocupo por ti... no así" Jimin dijo bastante rápido. "Pero esto es un shock. Podría decir que había algo... afeminado en ti."

"Lo he oído antes."

"Bien, bueno... Umm... Me iré entonces."

"¿Cuándo puedo devolverte la ropa?" Preguntó Jungkook, mirando como los autos pasaban por la carretera vacía.

"No tienes que hacerlo, de verdad, está bien, puedes quédatela. Estaré ocupado por las próximas... semanas. Tengo trabajo y cosas así, ya sabes, con la escuela, lo siento" Jimin dijo rápidamente. Jungkook sabía que Jimin ya no quería verlo, que quería distanciarse de él porque estaba enfermo, ¿No? Jungkook ni siquiera lo culpó.

"Entiendo. Te veré en el futuro, tal vez." Susurró Jungkook. "Adiós, Jimin." "Adiós."

Jungkook cortó la llamada telefónica, cerrando sus ojos ante la pintura roja desconchada frente a él. No tenía la energía para caminar de regreso a casa. Si pudiera, se desmayaría ahí mismo en la cabina.

Jungkook salió de allí. No sabía a dónde ir. No quería ir al club, pues la idea de la música alta y las luces intermitentes hizo que su piel ardiera de fiebre. No quería volver ahora.

Jungkook comenzó a caminar por la calle vacía, con las manos a los lados. Había un silencio inquietante en esa parte de Londres, solo unas pocas casas aquí y allá, la mayoría vacías. Jungkook se sentía tan vacío como las calles a su lado. 

Somebody to Love TaekookWhere stories live. Discover now