Eva Montgomery disfruta de una vida llena de colores y alegría. El ambiente en su trabajo es cálido y acogedor, aunque siempre habrá una chispa de drama alrededor. Una sonrisa es lo que nunca faltará en su rostro, junto con sus ojos brillantes que p...
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HANNAH ORTEGA
–¿Crees que él te está engañando?
Allie asiente y lleva la taza de café a sus labios. Me quedo observando con fijeza la pared que está delante de mi sin saber que decir. Tengo dos preguntas en mi mente que me tienen confusa: ¿Por qué Gregor haría eso? y ¿Lo conocemos realmente?
No hace falta decir que en esta guerra es esperado que esté en el lado de Allie, lo que realmente me preocupa es lo que pueda causar con los demás.
–¿Le preguntaste sobre esa conversación?
Ella niega con su cabeza.
–Me paralicé en ese momento. No sabía cómo reaccionar o que decir. Traté de hallarle una explicación, pero...mi mente está en blanco, Hannah.
Cruzo mis brazos y me recargo del asiento.
–¿Qué quieres hacer, Allie?
Ella entrelaza sus manos y empieza menear su pierna con nerviosismo.
–¿Qué crees que deba hacer?
–No puedo decirte lo que debes hacer, Allie. Mi reaccion y pensar es totalmente distinta a la tuya. Seré sincera, sé me hace incluso imposible pensar que luego de una relación tan larga y con un bebé en camino, él sea capaz de hacer algo así, pero sobre lo que me contaste, también trato de hallarle una explicación, pero mi mente está cómo tú dices...en blanco.
Ella asiente y observa detrás de mi. Su rostro cambia de momento al temor, así que decido voltearme. Eva está charlando con una mujer que trabaja en el aérea de campo y su rostro no parece muy feliz qué digamos.
No me sorprende que Allie haya tenido esa expresión al verla. De nosotras tres, Eva siempre ha sido la que se encuentra más de cinco pasos hacia adelante y a pesar de que solo nos llevamos entre nosotras uno o dos años de diferencia, Allie la ve cómo un ejemplo a seguir, a pesar de que el pasado de Eva no es de color de rosa.
–¿Debo decirle a Eva?– pregunta mientras ambas la observamos.
Su cabello cae cómo una cascada y sus ojos son dos perlas brillantes. Su rostro luce preocupado e incrédulo.
Me alegra ser el tipo de amiga que no envidia el físico de la otra, porque ¡Oye!...Mi físico está bien, pero no me duele admitir o decir que Eva Montgomery es una mujer exótica. Disfruto ver cómo ella enloquece a los hombres con su presencia sin querer intentarlo.
–Si debes decirle. Ella tendrá una solución más madura, porque ahora mismo mi plan sería amarrarlo en una silla y hacerlo hablar por las malas.
Allie ríe y sonrío, porque eso era exactamente lo que quería lograr.
–Hola, chicas.
Ambas volteamos hacia nuestra izquierda y observamos a Archie.
