Eva Montgomery disfruta de una vida llena de colores y alegría. El ambiente en su trabajo es cálido y acogedor, aunque siempre habrá una chispa de drama alrededor. Una sonrisa es lo que nunca faltará en su rostro, junto con sus ojos brillantes que p...
*Esta narración consiste en cómo es para mí el final de 'Más allá de la ficción'. He dejado el final anterior inconcluso para que ustedes imaginaran el final que quisieran, pero este extra narra cómo terminaron en realidad las cosas entre Jamie y Eva, así que lees bajo tu propio riesgo de arruinar cómo imaginabas las cosas."
*Favor de leer la nota final, ya qué habrá dos noticias y una aclaración."
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La taza de café calienta mis manos. El vapor que se pierde en el aire y el diseño que realizaron en el líquido marrón llaman mi atención. El sonido de las voces y risas me distraen, pero las canciones suaves que reproducen por las bocinas me hacen relajarme.
Estoy segura de que mi cabello no está en su mejor momento, mi rostro es un ejemplo de "tristeza y desastre", junto con mi ropa holgada que fácilmente podría hacerle la competencia al antiguo Doggies.
Soy consiente de que no estoy en mi mejor momento, pero también sé que lo estaré.
El sonido de la campana al anunciar una llegada me hace alzar la vista. Él observa la cafetería en mi búsqueda y cuando sus ojos se fijan en mí, cambio mi vista nuevamente hacia la taza.
Escucho sus pasos cuando está cerca, también escucho el sonido de la silla al ser arrastrada. Sé que ahora él está encargando su pedido hacia la mesera, pero en todo esto me quedo en silencio, hasta que escucho su voz dirigirse a mí.
—Hola, Eva.
Aprieto mis manos con fuerza sobre la taza. No comprendo si es por el dolor que me causa escucharlo o por la molestia que me genera esta situación.
Alzo mi vista y observo cómo él suspira cuando mis ojos conectan con los suyos.
—Hola, Jamie.
Deja escapar una lenta respiración y desliza una de sus manos por su cabello.
—¿Cómo estás?— pregunta, pero parece retractarse —Lo siento, es una pregunta de mierda.
—Concuerdo. —mascullo y respiro hondo— ¿Cómo está, Isabela?
Él hace una mueca que trata de ocultar y sus ojos adquieren tristeza.
—Ella...está adaptándose. Este último año y meses ha estado pasando más tiempo con Ian. Supongo que eso es lo que sucede cuando eres un padre de mierda.
—Si esperas que contradiga tus palabras, no lo haré.
—No estés a la defensiva, Eva. No espero nada.
—Mmm.
Nos volvemos a quedar en silencio. Supongo que ambos no sabemos que decir o cómo actuar alrededor del otro y el silencio reina en el ambiente, hasta que vuelvo a hablar.
