Eva Montgomery disfruta de una vida llena de colores y alegría. El ambiente en su trabajo es cálido y acogedor, aunque siempre habrá una chispa de drama alrededor. Una sonrisa es lo que nunca faltará en su rostro, junto con sus ojos brillantes que p...
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EVA MONTGOMERY
Llevo el vaso desechable a mis labios y recuesto mi cabeza de su hombro. El frío en este momento cala por todo mi cuerpo, pero el abrigo de Logan es bastante caliente. Llevamos varios minutos en silencio cómo normalmente solemos hacer. Mis pensamientos son un desastre y trato de tener un control para poder comenzar a hablar.
–Tienes el pómulo de color morado. –dice Logan en voz baja– Trataste de disimularlo, pero conmigo no puedes, Eva. Quiero una explicación de ese golpe, antes de que mi cabeza enloquezca.
–Me estoy encargando de él. –respondo inmediatamente.
–Así que ha sido un hombre. –él se ubica de pie y lo imito. Me observa con fijeza y reconozco su mirada tensa. Logan es el único hombre que puede intimidarme con solo mirarme– ¿Quién fue?
Evito observar sus ojos y bajo la mirada al vaso desechable.
–Ha sido Camwess Quin. –murmuro– Han pasado muchas cosas, Logan.
–Estoy aquí, Eva. –responde –Empieza a explicarme, porque no es normal que me llames con desesperación y mucho menos verte con un maldito golpe.
Respiro hondo. Aquí vamos...
–Camwess Quin lleva hace unos meses acosándome. Al principio pensé que se trataría de un ex resentido, pero las cosas empezaron a tornarse oscuras cuando sus palabras tenían amenazas y luego contactó con mis padres.
Logan suspira con cansancio y observa la ciudad desde el campo dónde estamos.
–¿Cómo pudo contactar a tus padres?
–No lo sé, Logan. –restriego mis ojos– Mi padre quiere joderme. Hace un mes una mujer llamada Chrissy Harvet me propuso hacer negocios con la empresa de ese hombre. Unos días después ingresa una persona a la empresa, solo para observar el lugar. Luego fueron robados cinco millones de dólares de mi trabajo sin rastro alguno, y lo último que sucede es Camwess teniendo comunicación con ellos.
–Tú padre sabe muy bien que tiene las de perder si decide joderte.
–Él solo quiere venganza.
–Una venganza estúpida. –dicta– Eras una adolescente cuando aquel incidente sucedió. Ellos fueron unos padres de mierda, Eva.
–Lo sé. –murmuro.
Nos quedamos en silencio. Alzo mi vista hacia él y continúa observándome con fijeza. Mis manos comienzan a temblar y no sé si es por el frío o su mirada.
–Me haré cargo de Camwess. –indica.
–Claudia y Noah, junto con mi equipo de abogados se están haciendo cargo.
