20 || Boda

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ALLIE FONTAINE

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ALLIE FONTAINE

Mi vista sigue fija en mi barriga. Está un poco abultado, pero lo observo cómo si tuviera nueve meses de embrazo. Se siente irreal que dentro de ocho meses me encuentre en un hospital observando a la persona que ahora mismo es más importante en mi vida.

Jamás pensé que sería madre, escuchaba a las personas hablar sobre lo maravilloso que resulta ser, pero la inseguridad o despreocupación siempre estaban presente. Si, quería hijos, tal vez más adelante, pero mentiría si dijera que no estoy feliz en este momento.

Escucho las alertas de mensajes en mi celular, y estoy al pendiente porque se que son de Hannah y Andreas.

Sostengo el aparato en mis manos y sonrío al ver las imágenes que me han enviado. Ellos están al frente de un local sosteniendo unas bebidas. Mi ojos visualizan a Eva en el fondo charlando con una persona y la añoranza entra en mi.

Desearía estar con ellos y que ahora mismo mi relación con Eva estuviera cómo antes porque ella no fue quién se apartó, fui yo.

Debía mantenerme al margen sobre lo que está sucediendo con Gregor, pero no lo hice. Ahora mismo me encuentro sola en mi hogar, con un posible esposo que sea ladrón e infiel.

Empiezo a llorar, ya que las cosas no están sucediendo cómo tenía planeado.

Empiezo a llorar, ya que las cosas no están sucediendo cómo tenía planeado

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EVA MONTGOMERY

Mis labios están sellados en una fina línea tratando de aguantar la carcajada que quiere escapar de mí. Mis ojos observan con dulzura a la pareja de recién casados que bailan en el centro de la pista, pero Andreas es un idiota que en cada movimiento que ellos realizan murmura un comentario que nos hace reír a Hannah y a mí.

Estábamos caminando por la ciudad con helados en nuestras manos y Andreas a un lado hablando hasta por los codos. Le mostré un restaurante que sabía que le fascinaría y luego pensábamos entrar a un par de tiendas, pero notamos en una playa privada que se realizaba una boda. Hannah y yo no le prestamos atención, pero en el caso de Andreas fue diferente. Él insistió en que debíamos colarnos a recepción y hacernos pasar por multimillonarios que escribían en revistas sobre celebraciones matrimoniales.

Más allá de la ficción #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora