Eva Montgomery disfruta de una vida llena de colores y alegría. El ambiente en su trabajo es cálido y acogedor, aunque siempre habrá una chispa de drama alrededor. Una sonrisa es lo que nunca faltará en su rostro, junto con sus ojos brillantes que p...
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EVA MONTGOMERY
Tres años atrás.
La lluvia cae sobre nosotros empañando mi vista. Los estornudos de mi hijo rompen mi corazón y apresuro el paso hacia la calle que me lleva a mi hogar. El cigarro de mis manos cae al suelo junto con mi cartera al doblar en una esquina.
–¡Joder!– exclamo. Ubico al niño de mis brazos en el suelo y las lágrimas empiezan a inundar mi rostro al verlo empapado –Lo siento, cariño. Soy una pésima madre, espera un segundo.
Comienzo a recoger mis cosas rápidamente. El celular que Logan me ha prestado comienza a sonar y lo atiendo con dificultad.
–¿Hola?– observo mi alrededor. Mi hijo está cerca de la carretera –¡Dylan, no sigas caminando!
–Cariño...
–Logan. –suspiro y me ubico de pie– Ahora no es un buen momento, te llamo cuando llegue a la casa.
–Eva...me despidieron.
Sus palabras me desconciertan.
–¿Qué...?
–Cariño, no sé qué ha sucedido. Pensé que estaba haci...– dejo de escuchar su voz cuando veo a Dylan cruzando la carretera –¡Dylan! ¡Detente!– comienzo a gritar en su dirección y mis pasos son ligeros para alcanzarlo, pero todo sucede en un pestañar. El carro que iba en exceso de velocidad ha salido de la nada y lo próximo que mis ojos ven son el cuerpo de mi hijo en el suelo y el humo que genero la huida del carro.
El celular cae al suelo junto con mi bolso. Mis piernas comienzan a correr al tiempo que mi garganta quema por los gritos que salen de el. Me arrodillo en el suelo y mis manos comienzan a sostener el cuerpo de Dylan.
–Hi-hijo. –murmuro con la voz entrecortada. La sangre se desliza por todos lados y trato de detener el sangrado con mis manos– Cari-cariño, des-despierta. –palmeo suavemente sus mejillas y mi pecho va doliendo a medida que pasan los segundos– Abre lo-los ojos pa-para mamá, ¿Sí?– observo mi alrededor– ¡Ayuda! ¡Por favor!
Comienzo a llorar y sostengo el rostro de mi hijo en mis manos. Mi vista es borrosa y llevo mi oreja a su pecho, pero al no escuchar sus latidos, mi cuerpo comienza a temblar.
–Hijo...– presiono su pequeño pecho con mis manos –Vamos, cariño. Despierta para mamá.
Al no ver respuesta de su parte, acerco el cuerpo de mi hijo al mío. Lo abrazo mientras grito con todas mis fuerzas.
–Des-despierta, por favor. –sollozo y continúo sosteniendo su cabeza contra mi pecho. Las luces de una patrulla y el sonido de la ambulancia me hacen alzar mi vista. Escucho voces en los próximos segundos, pero decido mantenerme en la misma posición hasta que me apartan de mi bebé y veo el rostro de Logan.
