Eva Montgomery disfruta de una vida llena de colores y alegría. El ambiente en su trabajo es cálido y acogedor, aunque siempre habrá una chispa de drama alrededor. Una sonrisa es lo que nunca faltará en su rostro, junto con sus ojos brillantes que p...
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EVA MONTGOMERY +18
Me encuentro en una mesa rodeada de comida y mis compañeros de trabajo. La música que podría ser hawaiana se escucha de fondo junto con las voces de las personas que se encuentran en el lugar. Estamos en el momento dónde pedimos postre y bebemos hasta que no recordemos nuestros nombres, pero hay dos datos sobre lo que acabo de decir.
La primera, el postre lo tengo delante de mi y me observa con fijeza. La segunda, he bebido suficiente y quiero recordar lo que pueda suceder en las siguientes horas.
La tensión entre Jamie y yo es notable, pero los demás ya se encuentran con más de tres copas en su sistema por lo que no están al pendiente. Sin embargo, Jamie y yo sabemos cómo se encuentra el ambiente.
Mis ojos se deleitan por cómo se encuentra vestido y lo que su mirada está provocando en mí. Ambos estamos envueltos en una nube de deseo y estoy a instantes de saltar sobre él.
Quiero mi postre, si señor.
Llevo la copa a mis labios y termino de beber el vino que restaba. Aclaro mi garganta y me ubico de pie sosteniendo mi pequeña cartera en mis manos.
–Iré al baño. –anuncio en voz alta para los demás. Ellos no están al pendiente de lo que acabo de decir por lo que sin miedo a que ellos me noten, una sonrisa divertida se forma en mi rostro y hago una guiñada hacia Jamie. Él muerde su labio inferior mientras una sonrisa ladeada se forma en su rostro.
Me doy la vuelta y empiezo a caminar siendo consciente de la mirada de Jamie en mí.
Ingreso a los baños y agradezco que estos se encuentren limpios. Incluso son algo excesivamente elegantes y el olor a lavanda inunda por todo el lugar. Me detengo delante del espejo y observo mi apariencia.
Mi cabello se encuentra ondulado mientras una corona de flores que nos ofrecieron al llegar lo adorna. Mi rostro está sin mucho maquillaje y lo más notable son mis labios rojizos —sin mucho color— qué están en contraste con mi traje de tirantes que cubre mi cuerpo.
Busco en mi cartera el labial y me inclino un poco hacia el espejo empezando a pintar mis labios. La puerta del lugar se abre y observo a través del espejo a Jamie ingresar con un vaso en sus manos. Él cierra la puerta con seguro y se recarga de ella mientras me observa llevando el vaso a sus labios.
Bastardo caliente.
Ambos estamos en un silencio provocativo mientras nos observamos con fijeza a través del espejo. Cierro el labial y lo guardo en mi cartera sin apartar mis ojos de él. Jamie se acerca lentamente y me doy la vuelta expectante mientras deslizo mi mirada por todo su cuerpo. Él luce increíblemente sexy con esa camiseta que muestra parte de su pecho.
Jamie se detiene delante de mi y deja el vaso a un lado de mi costado. Su cuerpo se apega al mío y nuestros rostros quedan increíblemente cerca.
–¿Qué excusa dijiste para venir hacia aquí?– susurro sobre sus labios.
