DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|

XXIII

ADAM

En un movimiento rápido y algo brusco me coloqué sobre ella, seguía besándola, no quería separarme en ese momento de sus labios, lo que sea que pasara en este instante quería disfrutarlo como si fuera la última vez.

Nos encontrábamos apenas cubiertos por toallas , así que no fue difícil desnudarnos y que nuestras manos tocaran todo a su paso.

Acaricié suavemente su cintura, bajando hasta llegar a su trasero, no pude evitar apretarlo ligeramente, provocando un pequeño gemido por parte de Lu.

Debía contenerme y ser delicado, a pesar de querer hacer esto desde tiempo atrás.

Una de sus manos bajó lentamente hasta alcanzar mi miembro, tratando de estimularlo, pero yo la frené, tenía en mente otros planes.

Me separé de su boca y continué besando todo lo que estaba a mi paso, baje hasta sus pechos deposite pequeños besos húmedos sobre ellos, haciéndola suspirar.

Momentos después seguí bajando hasta que quedé frente a sus piernas abiertas, entonces me hundí en su maravilloso ser.

...

No los dejaré con la duda, no tuvimos sexo, sólo fue un pequeño encuentro íntimo, en cuanto terminé ya era demasiado tarde y había que madrugar para el trabajo, cosa de todos los días.

Desperté algo desubicado, me senté y pude notar que Lucille ya no estaba recostada en la cama, volteé a mi al rededor y me sorprendí al notar que dormí casi desnudo.
Tomé un baño a la velocidad de la luz y escogí un traje cualquiera, entonces bajé las escaleras rápidamente mientras con mis manos trataba de arreglar un poco mi cabello.

Lucille se encontraba tomando una taza de café mientras parecía leer algunos documentos, traté de darle un beso en los labios en cuanto la vi, pero ella lo esquivó y sólo besé su mejilla.

Antes de poder decir algo, Mónica me interrumpió: -Buenos días señor Adam, ¿Gusta que le prepare algo de desayunar? - la miré por un segundo y traté de responder lo más rápido posible. -Solo café, por favor - Mi mirada se centró en Lucille nuevamente, ella parecía no importarle mi presencia.
-¿Todo bien?- Asintió y dio un sorbo a su café.

Mónica pareció notar la situación y se alejó de la cocina.

-En serio Lu, no parece que todo esté bien, si algo te molesta debes de decirme- dije y entonces volteó a verme con una mirada que no supe describir.

-Déjame aclararte las cosas, Adam, si por un segundo pensaste que por lo qué pasó anoche "estamos bien" estás muy equivocado, tú dejaste muy en claro que no existía un "nosotros", además somos adultos, creo que podemos soportar un poco de intimidad sin compromisos ¿no?justo como a ti te gusta- asentí tras no encontrar alguna otra cosa que decir o hacer, de todas maneras el nudo en mi estómago no me permitiría hablar.

Los 45 minutos que hago al conducir hacia el trabajo nunca me habían parecido tan eternos como aquella mañana. Podía sentir el enojo de Lucille hacia mi aunque tratara de ocultarlo bajo su preciosa imagen y su cara relajada y amable.

El resto del día ni siquiera cruzamos palabras, se quedó en su oficina junto con Harry durante el resto de la jornada.

LUCILLE

Podía sentir mi cabeza palpitar mientras leía algunos documentos en mi computadora, creo que nunca había llegado a un nivel tan profundo de concentración.

Todo gracias a aquel momento con Adam, aquellas cosas que dije tal vez no eran las adecuadas, tal vez fui algo ruda, pero tenía que defender mi postura, yo no quiero algo ocasional, yo si creo en el matrimonio y el compromiso con una persona durante resto de tu vida, si con él no lo voy a obtener, entonces tendré que buscarlo por mi cuenta, no quedarme estancada.

Paré por unos segundos y traté de despejarme, pasé mis manos por mi cabello hacia atrás y mi mirada se posó en mi celular, lo cuál me recordó un pendiente con Harry, me alegraba el hecho de poder hablar de otra cosa que no fuera trabajo.

-Harry, ¿Recuerdas el día de ayer que te hablé de mi contacto? Ya le conté un poco de ti y tú música, le envíe tu canción y quedó fascinado, pero necesita escuchar más de tu material ¿No tendrás alguna otra canción que quieras mostrarme? - sonreí y apoyé mis codos sobre el escritorio, acercándome un poco hacia él.

-Me suena a que tú también tienes cierto interés en escuchar otra canción mía, ¿o no?- preguntó al mismo tiempo que sacaba su celular de su bolsillo para después buscar entre sus aplicaciones.

Simulé indiferencia, aunque en realidad si estaba interesada en escuchar más de su música. Esta vez no había audífonos, sólo el celular de Harry reproduciendo una canción a volumen moderado haciendo eco en la oficina, la canción se llamaba "Adore You".

-"I'd walk through fire for you, just let me adore you" suena muy profundo, da la impresión de que en verdad estas enamorado de alguien y la canción es para esa persona- incline mi cabeza hacia un lado mientras sonreía, algo coqueta,

-En su momento la escribí sin razón aparente, tal vez ahora ya estoy enamorado y la canción encaja perfectamente para ella- sonrió de igual manera y arrugó sus ojos, los cuáles se tornaron brillosos y se miraban aun más coloridos de lo que realmente eran, reflejaba felicidad pura.

Nuestros labios se juntaron casi al mismo tiempo, no había prisa ni temor, solo éramos los dos dejándonos llevar por el momento, sus labios rozaban los míos delicadamente mientras me sostenía con ambas manos en mi cuello. Aquel momento era casi perfecto, sentia una gran paz dentro de mi, Harry me daba confort, parecía ese tipo de persona en la que puedes confiar completamente, alguien que te cuidaría.

Claro, la misma sensación dentro de mi no era la misma que sentía Adam cuando nos miraba desde la puerta de la oficina.