DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|

XXXV

ÚLTIMOS CAPÍTULOS.

6 MESES DESPUÉS
Sin duda la vida de Adam y Lucille había cambiado drásticamente. Claro que fue un shock para todos en la empresa ver a la nueva pareja disfrutar de su unión fuera de los pasillos de la oficina, sobre todo para Vincent y su hija, después de aquel beso durante la boda que dejó atónitos a aquellos que lo presenciaron. A decir verdad a Lucille le pareció absurda la sorpresa de Vincent al verlos juntos, considerando el hecho de que ellos dos se conocieron gracias a Adam.
En fin, 6 largos meses habían pasado, Lu y Adam parecían estar cómodos uno con el otro, esta vez su relación era distinta, no existían obligaciones ni contratos entre los dos, el tema del matrimonio tampoco había sido tocado nuevamente. Preferían disfrutar el momento, salir a cenar por las noches, disfrutar de su música favorita juntos o simplemente quedarse en casa para descansar y ver películas, siempre juntos. Ninguno de los dos parecía hartarse de la pequeña rutina que habían creado.

La enorme casa de Jared, sorpresivamente había quedado a nombre de Lucille, quien todavía no sabía que hacer con ella y prefería mantenerla en estado de "almacén", sólo para guardar los nuevos muebles que se ocuparían en una casa que compraría junto con Adam para empezar una nueva vida juntos.
El compromiso existía entre los dos, ya había planes a futuro y hablaban de las cosas que comprarían para "los dos", pero no había algún papel o ceremonia que los uniera, no sentían que les hiciera falta. Pero Adam no se iba a quedar así.

Una noche como cualquier otra en la que salían a cenar después del trabajo, Adam le propuso matrimonio a Lucille, dentro de aquel ostentoso restaurante al que asistían con regularidad. Ella aceptó con una sonrisa en su rostro ante la mirada de los demás clientes y de Adam hincado frente a ellas con un anillo entre sus manos, pero esta misma sonrisa desapareció una vez que salieron del lugar y subieron al auto con dirección a casa, Lucille estaba molesta porque pensaba que no era necesario que Adam se arrodillase e hiciera la gran pregunta. Eran adultos y Adam era ahora más mayor como para hacer ese tipo de ceremonias, podían haberlo hablado tranquilamente durante el desayuno o en cualquier momento libre que tuvieran, Adam parecía no escucharla, el sólo estaba feliz mientras conducía acompañado de su ahora prometida.

Siguiendo ahora las sugerencias de Lu, no hubo ceremonia en una iglesia , ni vestido blanco, ni 200 invitados, sólo asistieron juntos hasta la corte del estado y firmaron los papeles, algo íntimo y muy privado, algo que creyeron que no saldría a la luz.

Sus planes se vieron arruinados cuando la feliz pareja, después de varios besos y demostraciones de amor después de la firma de los papeles de su matrimonio, se vio detenida por un grupo de personas con cámaras y micrófonos mientras salían de aquel lugar, al parecer alguien de la corte había avisado a la prensa que "él olvidado magnate de negocios, Adam Driver, había contraído nupcias nuevamente con la viuda del hijo del ahora prófugo senador Leto". Ambos se mostraron respetuosos ante aquellas personas y trataron de alejarse pacíficamente de aquel alboroto, ignorando sutilmente las cámaras y las preguntas incesantes de los reporteros.
"¿Desde cuando comenzaron su relación? ¿Es cierto que mantuvieron una relación mientras aún estaba casada, señorita? ¿Cómo se conocieron? ¿Qué nos dice sobre los rumores de que el señor Driver tuvo que ver con el accidente que mataría a Jared Leto?"

Ninguno de los rumores realmente preocupaba a Lucille, la mañana siguiente mientras leía la noticia en el periódico y tomaba su taza de café, pensó en que sería realmente terrible si alguien supiera como se conocieron realmente y destaparan la historia sobre su relación en el pasado. La pareja, ahora recién casada, había planeado el viaje para su luna de miel, sin duda una mejor inversión en vez de una boda, en cuanto ambos tuvieran vacaciones disponibles partirían hasta Paris y tendrían una estancia de un mes. Pero un pequeño viaje los aguardaba para el siguiente fin de semana, irían a casa de la madre de Lucille, pero esta vez como marido y mujer. La madre de Lu había gritado de felicidad al teléfono cuando Lucille le anunció su casamiento por lo que la anciana había exigido que la fuera a visitar lo más pronto posible.