DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|

XI

ADAM

-Lo siento si te he ofendido, no debí preguntar eso, tú vida privada no me concierne- le dije instantáneamente.

-Hey... no te preocupes, poco a poco tendremos la confianza para hablar de cualquier cosa... amigo- me dio una palmada en mis manos que estaban colocadas sobre mi pierna.

Se levantó de la cama con algo de dificultad y levantó el teléfono.

Miró mi cara de confusión y entonces volvió a hablar.

-Voy a necesitar tener algo de alcohol si al fin vamos tener esta conversación- me dio la espalda y empezó a hablar al room service.

Un escalofrío recorrió mi espalda, podía suponer que se refirió a que no sólo hablaríamos de ese bebé misterioso que vi en aquella foto, si no que también quiere saber razones y el porqué de todo lo qué pasó entre nosotros...

Minutos después un mesero nos subió 2 botellas de whiskey y sodas. Lucille se encargó de servirnos el primer vaso, algo fuerte a mi parecer.
De verdad quería embriagarse rápido.

No tardo mucho tiempo en que el alcohol hiciera efecto, Lucille estaba ebria pero tampoco al grado de quedar inconsciente, trate de no embriagarme al mismo nivel que ella tan rápido pero era casi imposible decirle que no cuando me  extendía el vaso y me miraba hasta que me lo tomara casi de un sorbo.

Se dejó caer sobre la cama y empezó a hablar.

-Cuando terminaste nuestro contrato yo estuve bien por un tiempo, tenía algo de dinero ahorrado y no tenía una renta que pagar- rió tontamente a causa del alcohol. - Pero luego el dinero se acabó y entonces tuve que buscar un trabajo el cual nunca encontré, pensé en buscar otro sugar daddy pero no me creía capaz de hacerlo de nueva cuenta- dio un trago a su vaso.

-Jared fue muy lindo conmigo y me ayudó demasiado, me prestaba dinero y me dejaba comer en su casa con su familia que también me adoraba, supongo que por eso acepté casarme con el- su expresión cambió a una de arrepentimiento.

-Te voy a detener un momento, no me gustaría que me recuerdes como un "Sugar" porque nuestra relación fue más allá, ¿No crees?- la mire fijamente.

-Si, lo creo, pasamos al siguiente nivel- me miró a los ojos de igual manera, segundos después volteó en otra dirección. -Como sea, entoncese llamaste y te ayude con tu problema en aquel bar de mala muerte, en ese entonces estaba embarazada, Jared y yo teníamos poco tiempo de saberlo- bajó la mirada y guardo silencio.

Guarde silencio de igual manera, la verdad no sabía que decir.

-Fue una niña, la más hermosa bebé que tus ojos hubieran visto- hizo una pausa y respiró profundamente- Murió a las 2 semanas por un problema respiratorio no detectado en sus pulmones- apretó los ojos y las lágrimas empezaron a brotar sin control.

Extendí uno de mis brazos y la acerqué a mi pecho, por unos segundos la abracé y dejé que llorara lo que necesitara.

-Siento de verdad el haber preguntado- dije mientras acariciaba su cabello.

Se separó de mi mientras se limpiaba las lágrimas y me sonrio.

-No tienes de que pedir perdón, he aprendido a vivir con ello y poco a poco superarlo, cuando recién paso no supe sobrellevarlo y ...trate de tomar el camino más fácil- Levantó una de sus manos y con la otra bajó su manga, dejando al descubierto su muñeca y una gran cicatriz, de unos 5 cm, lo que me dejó consternado.
-Pero gracias a Jared sigo aquí, me llevó con varios especialistas quienes me ayudaron con el duelo, ahora estoy mejor e incluso puedo hablar de ello mejor que antes- terminó su bebida de un solo trago.

-Bueno eso le gana a todo lo que yo hice después de que termináramos- hice una pequeña broma lo que ayudó a Lucille a reír un poco. - Fui a Africa a una institución que preserva a la fauna en peligro de extinción a la que había estado donando y me ofrecí como voluntario, ayudé y aprendí muchas cosas mientras estuve allá. Hace un año regrese a los negocios, es por eso que me cansé de ese estilo de vida ajetreado y ahora soy socio de Vincent solamente- me reacomodé sobre la cama.

-Ese anciano regordete, de verdad lo estimo demasiado, no se que habría echo sin el, me dió trabajo cuando yo apenas era una recién graduada sin experiencia- sonrió como si hubiese recordado aquel entonces cuando no tenía nada de lo que ha logrado ahora.

Reímos juntos, nos quedamos en silencio, su mirada se posó en la mía y nos sonreímos. Mi atención se fijó en dirección a sus labios, apenas podía contener las ganas de besarla, ella seguía inmóvil en su lugar.

Mandé todo a la mierda y en un rápido movimiento acorté la distancia entre los dos y uní nuestros labios, estaba temeroso por la respuesta de ella pero me correspondió, el beso empezó siendo algo lento y temeroso para después pasar a ser algo necesitado, su lengua se enredaba con la mía. Ella se recostó y yo me coloqué encima suyo acariciando su pierna por debajo de aquella pesada bata.