XVI

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ADAM

En cuanto Lucille despertó, el ambiente en el hospital se sentía aún más denso de lo que se podría esperar. Tal parece que no éramos las únicas personas dentro que conocían y temían a los Leto. Doctores, enfermeras, todos parecían estar esperando el momento en que Jared llegara con sus hombres, para llevarse a Lucille. Pero para eso estaba más que preparado, mi abogado y yo nos estábamos encargando de hacerle conocer a Lucille sus opciones si se llegaba a presentar ese animal, por más personas influyentes que el o su padre conocieran, quien tiene más desventaja es el.

-Todo lo que debes de saber esta en estos documentos, analízalos detalladamente, cualquier duda que te surja puedes llamar directamente a mi numero privado o contáctame a través del señor Driver- Hizo una pequeña pausa y sonrió pacíficamente, demostrando la confianza y tranquilidad que ella debería de sentir. -Jared no es tu dueño, si no quieres irte con el entonces no tienes porque hacerlo, nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres- sonrió nuevamente y extendió su mano para estrecharla junto con la de Lucille para despedirse, acto seguido salió de la habitación y yo me senté junto a ella para volver a la posición en la que estábamos antes de que llegara Tyler, mi brazo la rodeaba por la espalda y el otro la rodeaba por su cintura mientras ella recargaba su cabeza en mi hombro.

-Creo que te debo una disculpa y una explicación, Adam- dijo ella irrumpiendo el silencio que se había formado en aquel lugar.

-Tu no necesitas explicarme ni disculparte por nada, Lu- deposite un beso en su frente. - Lo que importa ahora es que estás bien y que te recuperes, que tus heridas y fracturas sanen correctamente, ganar algo de peso... encarcelar a ese idiota-

Ella se separó del abrazo y quedó sentada con su rostro frente al mío.

-De verdad necesito explicarte, no quiero que me consideres una mujer tonta que sigue casada con un hombre que la maltrata- bajó la mirada. Al tratar de interrumpirla para contradecir su idea ella no me dejó .

A pesar de que ella estaba aquí junto a mi, su mente no lo estaba, parecía haber buscado entre sus entrañas aquellos recuerdos más dolorosos junto a Jared, entonces empezó a hablar.

-A partir de la muerte de mi hija las cosas cambiaron, yo dejé de trabajar por un tiempo, pasó lo del intento de suicidio y después comencé a ir a terapia, como te podrías imaginar, aquella tristeza y sufrimiento no me dejaba con mucho tiempo disponible para estar con el. Como era de esperarse, llegaba a casa a altas horas de la noche, a veces con muchas copas encima, oliendo a perfume de mujer, lápiz labial el sus camisas, al final lo que me confirmo todo fueron los montones de mensajes que recibía durante el día por parte de su secretaria- rió casi sin ganas.

-En aquel momento eso de verdad no me importaba, yo no tenía cabeza para atender las necesidades emocionales o sexuales de alguien más , su secretaria se encargó de eso. Pero aun no me ponía una mano encima, eso se dió hasta que yo me recupere y tratamos de tener un bebé nuevamente, exámenes, tratamientos... resultaba que era el quien no tenía la posibilidad de concebir, cuando recibimos esos resultados se sintió atacado, como si su hombría disminuyese por ese pequeño detalle, aun teníamos más opciones... como la inseminación artificial por ejemplo, pero el decidió no escuchar a los doctores- Hizo una pausa y se limpió una lágrima . -Esa ocasión fue horrible, me dejó en la clínica sola y desapareció por el resto del día, tomé un taxi, estaba un poco preocupada por el y tenía la esperanza de que estuviera en casa pero no era así. Llego después de media noche, parecía haber bebido pero no demasiado como para hacer alguna tontería y después no recordarla, a pesar de los resultados en los exámenes el decidió que la que tenia la culpa era yo... ignoró todo lo que nos dijeron los doctores y todo el enojo acumulado por la noticia lo desquito conmigo-. Hizo una pausa. -En un inicio se mostraba arrepentido en seguida y entonces era el hombre mas encantador, además sus maltratos no eran seguido, después sólo buscaba una excusa para hacerlo, obviamente traté de denunciarlo desde la primera vez pero nada pasó... y heme aquí ahora- Trató de sonreír pero más bien hizo una mueca.


-No estas sola Lucille, cualquier cosa que haya impedido que tu denuncia procediera, no volverá a pasar, el tiene influencias pero te aseguro que yo también, mi equipo de abogados y mis conocidos más poderosos se aseguraran de que esto no se vuelva a repetir y te prometo que recibirá lo que merece- le sonreí y pude ver en su expresión que la calma volvía a ella.





Como era de esperarse, días después Lucille podía salir del hospital, al saber el riesgo que corría dentro, su doctor prefirió que siguiera en tratamiento y en reposo desde su casa o en este caso la mía, no debía regresar a aquel lugar donde vivía con Jared.

Jared llegó muy temprano al hospital, listo para llevarse a Lucille con el, justo cuando creíamos que el ya no sería un problema.


Entro a la habitación acompañado de un doctor y un oficial, supongo que para evitar que cualquier altercado pasara entre nosotros nuevamente, se necesitarían más personas para evitar que eso pasara. Solo me quedé quieto desde la esquina de la habitación.


Jared entró con una gran sonrisa en su rostro, parecía que se arregló los pequeños huecos que habían quedado luego de tirarle los dientes pero aún tenía algunos puntos y moretones en su rostro, traía consigo un gran ramo de rosas para Lucille, podía notar como ella le temía. El idiota dejo las flores a un lado y se acercó a ella para abrazarla, Lucille aceptó , sabía que lo menos conveniente en esta situación era hacerlo enfadar.


-¿Lista para ir a casa, cielo?- Preguntó Jared, tratando de no hacer contacto visual conmigo, pero podía ver el miedo que me tenía . Era fácil de percibir incluso a kilómetros de distancia.


-La señorita Lucille tiene el derecho a escoger con quién desea irse, señor Leto-. Intervino el doctor.


Jared soltó una carcajada y volteó a ver al doctor. -Es obvio que ella debe venir conmigo, es mi esposa.. la señora Leto- Sonrió a pesar de que el enojo era evidente.


-Concuerdo en que ella sea su esposa y por eso cree que lo mejor es que salga de este hospital con usted, pero la señorita Charlesstone es una adulta, en pleno uso de sus facultades mentales, ella puede decidir con quien salir-. El policía no venía con el ni era uno de sus aliados, de otra manera no se habría atrevido a decir aquello.

Todos voltearon a ver a Lu, esperando su respuesta, para que este problema acabara. Ella los miró a todos, en especial a mí, su mirada reflejada temor y nerviosismo, puedo jurar que estaba a punto de llorar. Pero no lo hizo, trato de calmarse y entonces se armó de valor para hablar.


-Yo... quiero salir por mi propia cuenta, prefiero estar en algún hotel o quedarme en casa de mis padres... pero no volvería a compartir un minuto más con el señor Jared Leto- Jared parecía estar furioso, pasó sus manos por su cabello y trató de calmarse. El oficial lo tomó del brazo para sacarlo de aquel lugar, pero el se soltó de manera violenta, mostrándose calmado enseguida, mientras caminada hacia la puerta dijo "ganaron esta vez, la próxima tal vez no" me miró finalmente a los ojos, aquella expresión me dejó en claro que esto no era un problema legal, era la guerra.

DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|Where stories live. Discover now