DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|

XXXI

LUCILLE

¿Qué esperaba de mi reacción? ¿Que me lanzara a sus brazos y lo besara apasionadamente e ignorar el hecho de que tenía un verdadero problema y sería casi imposible para mí divorciarme de ese parásito ?. Sólo me quedé en mi lugar y lo miré deseoso de una respuesta, solo le pedí que me llevara de regreso a su casa.

Ese tema lo dejaría para después, por el momento lo que necesitaba era reorganizar mi vida y con ello deshacerme a como de lugar de mi esposo, pondría toda mi atención en ello y no dejaría que nada más me distrajera.

Fui muy ingenua al olvidar las vueltas que puede dar la vida, obviamente no contaba con que una de las hijas de Vincent, la menor de todas ellas, estaba próxima a casarse y una de sus damas de honor no podría asistir a la boda, tampoco contaba con que yo fuera la siguiente persona en su lista de opciones como suplente, así que ahí estaba, al siguiente día del juicio, Kalsey se encontraba tocando a la puerta de mi oficina y me pedía el favor de que fuera su dama de honor, pero claro, debido a la premura del asunto tenía la oportunidad de decir que no, pero cuando la hija de tú jefe viene personalmente a pedirte un favor tan importante, incluso con la boda a la vuelta de la esquina, no dices que no, aceptas porque aunque tú vida vaya del carajo siempre es más importante ir a una boda para recordarte ese específico momento por el cual estás en dónde estás .

Kalsey había ya acordado una cita ese mismo día para la prueba del vestido de sus 6 damas, hacía hace meses que el resto de sus damas habían dado sus medidas y sus vestidos ya estaban listos, en mi caso tendría que probarme el vestido de exhibición y trabajar con urgencia sobre el. El vestido era rosa, algo sencillo, supongo que el vestido de la novia sería deslumbrante y por eso no quería verse opacado, la idea de que el vestido de Kalsey fuera de igual manera rosa como de princesa o blanco con millones de diamantes y una cola de 5 metros no me molestaba, de hecho nada que tenga que ver con que la novia elija su propio vestido. Inevitablemente recordé aquella vez en que yo fui la novia, toda la boda había sido planeada con muy poco tiempo, Jared siendo el único en conocer mi estado en aquellos días, no quería que a su esposa se le notara el embarazo mientras caminaba hacia al altar.

Fui obligada a usar el vestido de su madre, una cosa vieja y sin chiste, mentí y dije que había subido de peso ya que el vestido no me quedaba del todo bien.

Las amigas de Kalsey se fueron rápido de aquella prestigiosa boutique mientras yo estaba en el probador, noté la magnitud del escote profundo hasta que lo tuve puesto, al parecer no había más problemas y el vestido era de mi talla, Kalsey pareció agradecer al cielo una vez que pague por el vestido, todo estaba saliendo bien para ella después de todo. Salimos juntas de aquella tienda y al parecer me había equivocado, las demás damas de honor nos esperaban dentro de la enorme camioneta de una de ellas, Kalsey me dio ánimos y se subió junto conmigo, ya tenían planes para ir a comer algo después de recoger sus vestidos.

Llegamos a un lugar en el que sólo servían pequeños aperitivos, era perfecto si te sacaban del trabajo en tu hora de descanso para comer algo y te estás muriendo de hambre, cuando nos dieron una mesa entendí que todas esas mujeres a mi al rededor estaban a dieta para verse bien en su vestido, por eso el lugar, sería menos sacrificio para todas si hubieran pedido un vestido que les quedara bien y no uno con medidas menores a las proporciones de su cuerpo. Decidí ordenar la opción del menú que se veía menos pequeña, un sándwich y un té,con la esperanza de que no me sirvieran uno que igual fuera de un tamaño ridículamente pequeño.

-Entonces ...¿Lucille?, ¿Como conoces a Kalsey?- soltó una de las damas hacia mí y todas las demás guardaron silencio esperando mi respuesta.

-Trabajo en la empresa de su padre y soy una buena amiga de la familia- Kalsey asintió con una sonrisa en su cara .

-Pero cuéntanos un poco sobre ti, queremos conocerte un poco más, ¿Tienes acompañante para la boda? Tal vez un esposo -dijo otra de ellas y sonrío ampliamente, como todas las demás.

Al parecer todas ellas, a excepción de la novia, eran solteras, así que cualquier cosa que tuviera para decir sobre mi "mi esposo" era de gran interés, tenía que medir mis palabras.

-Si estoy casada pero todo eso ya se terminó , estoy en proceso de divorcio y por el momento creo que asistiré sola, tal vez podamos hacernos compañía entre nosotras- fingí una sonrisa para agradarles y recibí una respuesta satisfactoria.

-Pero claro, esa es la idea, pero ... eres hermosa, no dudo en que tengas algún pretendiente por ahí - dijo la más joven de ellas. Incliné mi cabeza algo ruborizada sin nada que responder.

-Suficientes preguntas chicas, no la abrumen, si ella quiere ir sola está bien, además ustedes ya están de acuerdo en que todas ustedes serán su propia compañía.- dijo Kalsey unos instantes antes de que llegara un mesero con nuestras ordenes, en efecto aquel sándwich era diminuto.

Cuando la atención se fijó nuevamente en la novia y en la boda que ya era el fin de semana, no pude evitar pensar en la posibilidad de llevar a Adam como mi acompañante, pero luego se me pasó otra idea, seguramente él ya había sido invitado personalmente por Vincent. Harry no era una opción, por muchas razones,no era un empleado fijo en la empresa, el evento sería exclusivo para la familia y los amigos más cercanos y de confianza, tal vez se sentirían ofendidos si llevara conmigo a un empleado, además no quería que corriera el rumor de mi gusto por los jovencitos recién graduados.

Una llamada entrante me sacó de mis pensamientos y me hizo salir por un momento de ese lugar.

-Hola buenas tardes, ¿Me comunico con la señora Lucille Leto? - dijeron al teléfono antes de que pudiera decir algo.

-Si, soy yo... ¿En que le puedo ayudar?- pregunté algo temerosa de repente, sin duda algo dentro de mí sentía las malas noticias aproximarse y mi estómago se había revuelto.

-Hola señora Leto, me comunico desde el Hospital Los Ángeles, me temo que no le tengo muy buenas noticias, un hombre ingresó a terapia intensiva anoche con severas contusiones en costillas y cráneo , se le identificó como Jared Leto, el señor se encuentra en estado delicado, ya se le ha tratado de reanimar en 3 ocasiones desde que ingresó, las esperanzas de que sobreviva son pocas, necesitamos a un familiar que firme un par de documentos en caso de terminar con una muerte cerebral.- dijo la señorita al teléfono.

-¿ Pero...están seguros de que es él ? ¿Qué fue exactamente lo qué pasó?- pregunté sin darme cuenta de lo exaltada que estaba de repente.

-Muy seguros, señora Leto, sus padres llegaron hace unas horas y pudieron reconocerlo de milagro, pero usted es la única con el poder de firmar cualquier cosa que tenga que ver con su vida y también de decidir sobre su persona en este caso, fue un accidente de gran magnitud mientras manejaba su auto, había más personas con el, pero todas murieron en el lugar- seguía atónita e inmóvil de pie fuera de aquel lugar.