XIII

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Adam y Lucille no volvieron a cruzar palabra el resto del viaje, los días restantes sólo se vieron gracias a las videollamadas que tuvieron que hacerse gracias a que la lluvia no cesaba, dejando a la gente encerrada.

Cada mañana arreglaban asuntos de negocios frente a la computadora, no hablaban entre ellos, sólo hablaban para las demás personas en la llamada, Lucille sólo contemplaba la imagen de Adam, su pequeña arruga de la frente que aparecía solo cuando leía, sus manos acomodar su  largo cabello cada 5 minutos, el que se relamiera los labios cada vez que iba a empezar a hablar y lo bien que se veía con sus lentes puestos.

Antes del final de cada llamada, Adam de desconectaba casi sin despedirse de los clientes, quienes parecían no mostrar enojo ante sus acciones, más bien parecían alabarlo.

Eso solo dejaba a Lucille con la duda creciente en su cabeza ...¿Qué estaría haciendo Adam?.

Una parte de ella quería tocar a su puerta y explicarle el porqué no ha podido hacer nada en contra de Jared, explicarle el miedo que vive en ella desde el día en que se caso, explicarle el porqué Jared nunca recibiría su merecido, explicarle que el padre de Jared trabaja en el gobierno y nunca dejaría que su hijo terminara en la cárcel enfrentando condena por violencia doméstica, decirle las pocas veces que intento denunciarlo y mostró pruebas sin que ningún juez le hiciera caso, su suegro podía comprar a cualquiera. No lo quería poner en riesgo, si Jared sabe de la existencia de alguien que quiera ayudarla, seguro su padre haría lo posible por eliminarlo.





El viaje terminó, Adam y Lucille regresaron a la ciudad por separado, las cosas entre los dos parecían no mejorar.

Lucille llegó a su casa cuando el sol se estaba ocultando, quería darse un largo baño y tomarse un merecido descanso, abrió la enorme puerta lentamente, sorprendiéndose por la inmensa oscuridad de aquel lugar, por suerte no había rastro de Jared.

Se dirigió a la cocina, buscando algo de tomar, abrió el refrigerador y tomó una cerveza, buscó el destapador en los gabinetes de la cocina, pero un sonido en la sala la tomó por sorpresa, caminó unos cuantos pasos hasta encontrarse con Jared, estaba sentado cómodamente sobre el sofá, el corazón de Lu latía al límite, sus manos empezaron a temblar, el miedo en ella podía notarse a metros de distancia.


-No temas cariño, no tienes de que preocuparte- Lucille se quedó inmóvil en su lugar mientras Jared se acercaba a ella y la rodeaba entre sus brazos.


-¿Como estuvo tu viaje con tu ex novio?- Aquella pregunta dejo a Lu con los pelos de punta, sin duda no le esperaría algo bueno.


-¿Cómo te enteraste?- preguntó ella tratando de alejarse de él lentamente, lo que no servía de nada, Jared caminaba frente a ella siguiéndola.



-Solo digamos que la cara de Adam me pareció algo familiar, estuve pensando en dónde pude haberlo conocido y ... apareciste tú en mi mente, tratándome como la mierda antes de que el pasará por ti en la entrada de la escuela ¿Recuerdas eso?- Jared parecía estar cada vez más alterado, su mirada había cambiado por completo.


-No lo recuerdo... lo siento...- claro que lo recordaba, cada cosa qué pasó con Adam aun vivía en su memoria.


Una bofetada la hizo caer sentada sobre el piso, sin oportunidad de levantarse, los golpes sobre su cuerpo llovieron uno tras otro mientras Jared gritaba insultos hacia ella.


Llegó un punto en el que Lucille dejó de sentir dolor, estaba por quedar inconsciente, entonces vio la imagen de Jared alarmado de repente, su visión se volvía borrosa, pudo verse así misma desde arriba, como si hubiese salido de su cuerpo por unos segundos, Jared había dejado de golpearla y ahora la sostenía entre sus brazos, después de eso, todo se oscureció.

DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz