XXXIV

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La luz tenue que apenas alumbraba aquel lugar y la multitud danzante sobre la pista no fue impedimento para encontrar la salida, una donde nadie pudiera notar su escapada.
Cuando lograron salir de aquel lugar, corrieron en dirección al estacionamiento y escabullirse dentro del auto del pelinegro, esta vez aguardarían hasta rentar un lugar más privado.

Una vez llegaron a su destino, pacientemente retiraron cada una de sus prendas, disfrutando como si de un espectáculo se tratase. Lucille se sentó sobre Adam, quien se encontraba sentado a la orilla de la cama, quedando frente a frente, permitiéndose sentir toda la extensión de sus cuerpos desnudos, uniendo sus labios nuevamente. Pronto los labios de Adam necesitarían más e irían dejando un camino de besos desde el cuello hasta los hombros de Lu, acariciaría su espalda con ambas manos y luego apretaría con fuerza su trasero, mientras su boca seguía concentrada en el torso de ella.

Ella acariciaba el cabello de este y se concentraba en disfrutar del momento, tomó la mano de su amante y la colocó sobre uno de sus pechos, incitando a este a masajearlo y apretarlo como el quisiese, ahora con una mano la sostenía por el trasero y con la otra masajeaba su pecho mientras succionaba su pezon con la boca, provocando que los primeros gemidos salieran de aquellos labios rosas.

Continuaron así por unos minutos hasta que Lucille empezó a mover sus caderas para lograr una fricción entre su vulva y el pene de Adam, el cual había estado creciendo y poniéndose duro, quedando justo en su entrada y permitiéndole tentarlo, provocando un par de suspiros por parte de ambos. Llegó un momento en el que Lucille estaba tan mojada que esto facilitaba la fricción entre los dos, Adam la tomó con fuerza y la recostó en la cama, ahora quedando él sobre ella, alejándose un poco solo para lubricar su pene con un poco de saliva y sin avisar, entrar en ella, lentamente, obteniendo un gemido ahogado como respuesta.
Se permitió disfrutar de sus entrañas por unos minutos con un vaivén lento y profundo, lo que hacía que Lu gimiera en cada estocada con su boca formando una "o" . Adam aumentó la velocidad una vez que Lucille le suplicó sólo con la mirada, rápidamente su pene entraba y salía de su vulva, estimulando así todo a su paso y creando un sin fin de gemidos cada vez más ruidosos por parte de ambos, advirtiéndoles su próximo orgasmo.

Lucille pudo sentir su vulva contrayéndose cada vez más y su clitoris estallar hasta que su orgasmo se hizo presente, haciéndole soltar un gemido que le haría arquear su espalda e inclinar su cabeza hacia atrás. Aquello fue la última inspiración para Adam, quien sacó su pene rápidamente y lo masturbo un poco antes de terminar sobre los pechos redondos de Lucille y la hiciera probar su semilla directamente de sus dedos, lamiéndolos dulcemente, dándole a el una última oleada de placer para después cerrar sus ojos y acomodarse lentamente junto a ella. Ambos quedaron pensativos mirando al techo.

-Se mi esposa - dijo Adam para después voltear en dirección a ella. Lucille solo soltó una débil carcajada, mientras buscaba su ropa interior.

-No digas esas cosas, es obvio que te estás dejando llevar por el momento- dijo ella con una sonrisa burlona en su rostro.

-Estoy hablando en serio, creo que nunca había hablado más en serio en mi vida...Lucille, no te voy a volver a dejar ir, estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario con tal de que tú me aceptes en la tuya, ¿Quieres matrimonio? ¿Quieres una gran boda como en la que estábamos? ¿Quieres el vestido, la iglesia, los invitados? ¿5 bebés? Puedo darte todo eso y más, lo que sea necesario para demostrarte que esta vez voy muy enserio... yo te amo, lo he hecho desde que te conocí, hasta ahora he podido aceptarlo, hasta podría gritarlo y que nos hachen del hotel... no me importa ¡Te amo, Lucille! - grito Adam y Lucille se abalanzó sobre él para callarlo con un beso y posteriormente abrazarlo por dulzura por unos momentos.

-Si, quiero todo eso, toda ese cuento de la familia, la casa, los hijos, todo mientras sea contigo- dijo ella mientras sonreía melancólicamente.

DAMAGED [Adam Driver] |SEGUNDA PARTE|Where stories live. Discover now