𝐕𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐚́𝐠𝐢𝐧𝐚

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La luz de las estrellas junto a esos hermosos colores galácticos y esas constelaciones seguían proyectándose en el techo de la habitación, dando vueltas y vueltas mientras ellos seguían en ese cálido abrazo.

Incluso unidos en ese delicado abrazo aún cuando la música había parado ya, simplemente respirando el aroma del ambiente en el que se encontraban.

La puerta se abrió dejando ver el bello rostro de una hermosa mujer rubia, de inmediato los chicos se separaron de aquel abrazo.

- ¡Lo lamento, debí tocar!

- No te preocupes mamá. - respondió el ojiverde de una forma encantadora, se puso detrás de _____ tomando sus hombros, empujándola un poco hacía su madre. - ¿La recuerdas? Te conté sobre ______, ella es...

Antes de que pudiese responder, su madre complementó la frase de Aidan.

- ¿Tu alma gemela?

- Sí, mi alma gemela.

La madre de Aidan se acercó a la chica, tomando su cabello y acariciando un poco su mejilla, finalmente ofreciéndole una bella sonrisa.

- Deben estar hambrientos, ya es tarde, ¿Roxanne no les dio algo de cenar?

- Estaba ebria.

- ¿Roxanne? ¿Así se llama tu tía? Que bello nombre.

- Ya te lo dije, no es mi tía, solo me acostumbré a llamarla así. - rió. - Y sí, tiene un muy bello nombre, al igual que el tuyo.

- ¡Bueno chicos! ¿Qué esperan? Bajen a cenar antes de que se haga más tarde.

- Señora...

- Lauren, señora Lauren. - sonrió complementando a ______.

- Señora Lauren, ¿no sería una molestia para usted quedarme hoy en su casa? Realmente no quiero incomodarlos con mi presencia pero...

- No nos incomodas cariño, puedes quedarte cuando gustes.

Ambas sonrieron a la par, los tres bajaron las escaleras llegando al comedor, en donde la madre de Aidan se retiro a la cocina, en dicho comedor se encontraba Roxanne, la amiga de la madre de Aidan, quien ya estaba algo ebria por el alcohol.

- ¡Chicos! ¡Lo lamento, olvidé preguntarles si habían cenado ya, soy una tonta! - expresó golpeando su cabeza contra la mesa.

- No lo eres, no seas dramática. - rió Aidan al ver la acción de la mayor. - De igual forma íbamos a cenar, yo sé cocinar también.

Roxanne retiró la botella de vino lejos de ella, sentía que el efecto del alcohol podría ponerla peor en cualquier momento, obviamente nadie quería eso.

- Aidan, cariño ¿tu novia no habla? ¡¿No me digas que es muda?! ¡Maldita sea, hablé de más! - tapó su boca con ambas manos, la risa del chico salió a flote, segundos después también la de ______.

- Señora Roxanne, sí hablo, mucho gusto, mi nombre es _____.

- Señorita Roxanne por favor, me siento demasiado vieja si me llamas de esa forma. - respondió haciendo un puchero.

Un delicioso aroma se iba acercando poco a poco, Lauren llevaba en sus manos dos platos con Hotcakes bastante elaborados, esponjosos, con algo de fruta, y con nutella untada sobre ellos. Los dejó en la mesa y se sentó a un lado de su hijo.

- Aidan, ¿Pediste permiso a los padres de ______ para quedarse hoy en casa?

- No...

- No se preocupe señora Lauren, seguramente ellos sigan discutiendo, ya le envíe un mensaje de texto a mamá avisándole que hoy me quedaría con ustedes, en cuanto lo lea me comunico con ella, no hay nada por lo cual preocuparse.

Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora