𝐍𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐯𝐞𝐳

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﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏;;📍 Nᴏ ᴘᴏʀ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴀ ᴠᴇᴢ

Los rayos de sol iluminaban los bellos ojos del chico de cabello castaño oscuro, los cuáles eran un tono más claro que el de los tallos de los girasoles a su alrededor.

Su amada caminaba lentamente delante de él, acariciando con delicadeza los pétalos amarillos de cada uno de los girasoles a su paso, deteniéndose cada cierto tiempo a mirarlos con detalle, en ellos encontraba paz.

________ se detuvo, miró al cielo fijando toda su atención en aquellos hermosos colores, el sol se estaba ocultando.

Suspiró ampliamente, como si quisiese inhalar todo el oxígeno del planeta tierra, un suspiro lleno de emociones.

— Quiero ser libre. – exclamó sin parar de ver el crepúsculo frente a sus ojos, para después voltear a verlo, con sus bellos ojos inundados en lágrimas, las cuáles intentó limpiar enseguida.

— Es duro. – Respondió Aidan, a unos metros de distancia de la chica.

No importaban la cantidad de recuerdos que tenía de ella rodeada de girasoles, siempre se sentía como la primera vez, no importaban cuantas versiones de ella había conocido, siempre se sentía de la misma manera, no importaban cuentas vidas habían pasado ya, sólo importaba el amor que existía mutuamente por sus almas.

Una o 10,000 vidas, no importaba la cantidad, sólo el saber que, eternamente la amaría, existiera vida o no.

— Hemos sufrido a lo largo de nuestras vidas, hemos perdido a muchas personas, hemos ganado a muchas otras. Pero, hemos estado juntos hasta el final, amándonos. ¿No es eso lo importante?

— Lo siento... – susurró, tallando con fuerza sus ojos, tratando de controlar sus sollozos.

— No, no tienes nada de que disculparte, no hay nadie en este planeta que tenga el derecho de invalidar lo que sentimos. Y tienes razón, merecemos ser libres.

— ¿Entonces que deberíamos hacer, Gallagher?

Aidan se acercó, teniendo cuidado de no pisar ningún girasol. Finalmente tomó la parte trasera de la cabeza de la chica y la apoyó sobre su hombro, acariciándola con dulzura.

— ¿No dijimos que iríamos a Inglaterra? Debemos hablar con Daphne y pedir perdón, así viviremos juntos por el resto de nuestras vidas y esta maldición llegará a su fin, seremos plenamente felices, después de un largo recorrido.

________ despegó un poco su cabeza del hombro de Aidan, mirándolo aún con sus ojos un tanto cristalizados.

— Aún después de lo que te dije... ¿Me sigues amando?

Aidan sonrió, una sonrisa honesta, una vista llena paz, mejor que cualquier otro panorama, incluso que aquellos girasoles a su alrededor.

— Te he amado en cada vida, en cada momento, créeme que jamás dejaré de hacerlo, te dije que también estaría contigo en los malos momentos ¿No?

Se separó de sus brazos, mirándolo cara a cara, conteniendo todavía sus lágrimas.

— ¿De verdad lo haces? ¿De verdad me amas?

Aidan eliminó su sonrisa, cambiando así su semblante por uno ciertamente preocupado.

— ¿No te lo demuestro cielo? ¿He hecho algo que te haya molestado? Sabes que puedes ser totalmente sincera conmigo.

— ¡No! ¡No es eso! – exclamó agitando sus manos de un lado a otro. — Es sólo que... siento que no soy tan merecedora de tu amor.

— Tú, la chica que me ha acompañado en todas mis vidas, la chica que se preocupa por mí antes que cualquier otra persona. Tú, la persona que ha estado a mi lado en todo momento, en cualquier circunstancia.  Tú, mi alma gemela, el amor de mi vida, ¿Crees no ser merecedora de mi amor?

— Yo... – agachó el rostro, las palabras no salían, en cambio, las lágrimas lo hacían.

— Te amo, te amé y te amaré, siempre, en el pasado, en el presente y en el futuro, porque mi alma y mi corazón me piden hacerlo.

— Porque eres mi destino. – susurró, volviendo a levantar una vez más el rostro, ofreciéndole a su amado la sonrisa más genuina que hayan visto sus ojos.

Aidan sonrió de igual forma, acercó su mano derecha a la mejilla de la chica, comenzando a a acariciarla de forma suave.

— Ver tu sonrisa es mejor que todo esto. – dijo volteando a ver de reojo los girasoles, para después volver a fijar su atención en ella.

Aún con una sonrisa dibujada en su rostro, tomó a Aidan de la mano y comenzó a correr por aquel camino libre de girasoles, el aire fresco golpeaba sus mejillas sonrojadas a medida que corrían por el campo, riendo a la par por algunos de sus pasos torpes al correr, tropezando con una de las raíces durante el transcurso, haciendo caer a la chica encima de Aidan.

Su corazón latía de una forma inexplicable, se sentía como si éste quisiese salir de su pecho, sin embargo, a la vez podía sentir una paz dentro de su cuerpo, tranquilidad, un extraño sentimiento que le decía "todo estará bien, tranquila".

Debajo de ella, Aidan seguía riéndose sin control alguno, estaba feliz, ella lo hacía feliz.

— ¿Te ríes de mi torpeza? ¿Ah si? Te daré motivos para reírte de verdad. – dijo antes de comenzar a hacerle cosquillas al chico, el cuál comenzó a retorcerse debajo de ella, riéndose ésta vez un poco más fuerte.

— ¡Detente! – gritó entre risas.

Finalmente se detuvo, sonrió y se levantó del suelo, sacudió un poco sus prendas y le brindó una mano al chico para que se pusiese de pie.

— Quédate ahí. – dijo ______, retrocediendo unos cuantos pasos hacia atrás, dejándolo un poco confundido.

De su mochila, sacó una pequeña cámara instantánea, la llevó a su ojo para poder enfocar al chico frente a ella.

Su cabello castaño se movía libremente con cada ráfaga de aire, el sol del atardecer iluminaba un poco su rostro, reflejando en aquellos preciosos ojos los tonos rojizos del cielo.

Tomó la fotografía. La observó durante unos segundos, sonriendo con tranquilidad, para después mostrársela a su amado.

— Es tradición, ¿No?

Aidan se acercó para observar la fotografía en las manos de su chica.

— Claro. – hizo una ligera pausa. — Pero, no será la última fotografía que tomes de mí. ¿Estás de acuerdo?

Los ojos de ______ comenzaron a cristalizarse. Los recuerdos inundaron su mente, todavía lo recordaba, aquella fotografía que tanto atesoró en su vida pasada.

Aquella última fotografía que tomó de aquellos ojos verdes antes de que se cerrasen por completo.

— Así será.

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