𝐒𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬

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Ambos tomados de las manos, una fuerte brisa abrazando sus pieles a pesar de estar usando tantas prendas sean posibles, copos de nieve cayendo y cayendo del infinito cielo obscuro repleto de las estrellas más brillantes que los diamantes puros, la extensión de nieve bajo sus cuerpos.

Ambos acostados, admirando con detenimiento cada estrella en el cielo, intentando contarlas todas a pesar de ser un imposible.

_______ giró un poco su rostro, contemplando en su lugar el bello perfil de su chico, cada facción, esa pálida piel con un poco de color rosado solamente en sus mejillas y nariz, pero sobre todo, el brillo en sus ojos.

- Cuando más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas ¿no lo crees?

- Podemos... ¿brillar juntos como las estrellas?

- ¿No lo hacíamos ya? Brillar como las estrellas, eso ya lo hacemos.

Todo lucía tan lindo, el ambiente, el lugar, la conexión, la unión, todo era tan cálido de ver y sentir, pero de pronto, todo comenzó a nublarse.

Aquel lindo recuerdo era intercambio en un par de segundos con imágenes bastante atormentantes. Aidan Gallagher estaba sufriendo, un ataque de tos sumamente grave apareció, podían verlo, estaban divisando un vago recuerdo de su vida pasada, incluso podían sentir los mismos sentimientos que habían sentido en ese momento.

Desesperación, esa situación había traído consigo un sentimiento de desesperación, la cual hizo que volvieran en sí, saliendo de la hipnosis.

- ¡¿Están bien?! - preguntó aquella mujer observando a los chicos, sus respiraciones parecían bastante agitadas.

- Lo siento, solo pudimos ver uno de los recuerdos. - exclamó _____ sobando su sien.

- Por como veo que lucen, seguramente vieron algún recuerdo que les hizo tener emociones intensas, las cuales compenetraron con su alma y les hizo volver. ¿Puedo saber qué vieron?

- Nosotros dos, acostados, tomados de la mano observando las estrellas, de pronto comenzó a nevar, como ya sabemos, Aidan en ese entonces estaba enfermo, lo cual le causó un fuerte ataque de tos, solo pude sentir la desesperación que sentí en ese momento.

Su cuerpo estaba temblando, ahora lo comprendía mejor, no solo Aidan había sufrido, ella también.

La mujer se acercó a ambos chicos y sobó con delicadeza sus espaldas, en un intento de tranquilizarlos.

- Tal vez debamos intentarlo otro día, para manifestar todos y cada uno de sus recuerdos es necesario mantener la calma, necesitan tomarse un tiempo para respirar tranquilamente, quizás un par de días, no podemos esperar mucho, pero es necesario que se den un descanso de todo esto, sus mentes en este momento están llenas de pensamientos negativos, de miedo, de desesperación, necesitamos estar en total tranquilidad para conseguirlo. ¿Están dispuestos a hacerlo?

- ¡Pero debemos hacerlo ahora!

Aidan apretó un poco la mano de _____ sin hacerle daño alguno, le ofreció una cálida sonrisa y respiró profundo.

- Ambos sabemos que en este momento no pensamos con paz en nuestra mente, te conozco, tienes miedo, es normal, y justamente por eso debemos intercambiar ese miedo por alguna otra emoción.

_______ suspiró con disgusto, Aidan tenía razón, tenía miedo, mucho miedo para ser sincera, cosa que claramente no podría ayudar en lo absoluto a conseguir su objetivo, debía pensar primero en su salud mental antes de querer pedirle al universo si ella no podía preocuparse por si misma.

Los tres salieron de dicho local, ______ algo desanimada, su madre en completo silencio, Aidan fue quien decidió romper dicho hielo a pesar de estar bastante denso.

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