𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐫

13.5K 1.3K 605
                                    

﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏;;📍 Oᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ᴅᴇ ᴀᴍᴀʀ

Jueves 17 de enero

La temperatura había descendido un poco más, arrinconando a los habitantes de Nueva York a usar prendas un poco más acogedoras, con tal de no pescar algún resfriado.

— ¿Hace mucho frío no? - La madre de _______ se acercó con una manta sobre sus hombros, en sus manos portando una taza de chocolate caliente.

De pronto sintió como perdió un poco el equilibrio, afortunadamente alcanzó a dejar la taza sobre la mesa y a sostenerse de una de las sillas próximas a ella.

— ¿Estás bien mamá? - preguntó dejando su laptop de lado, saliendo del sofá.

— Hace mucho no tenía estos dolores. - rió sobando con fuerza su sien. — Seguro es el estrés del trabajo.

— ¿No te has estado preocupando sobre lo mío y Aidan verdad? - resopló. — Sabes que ambos solucionaremos esto, tú descansa. Y sobre eso, ¿A los dolores te refieres a los que tenías antes? ¿Volvieron? - preguntó preocupada.

— Bebé, no te preocupes, ya fui a comprarme mis medicamentos, ya me siento bien, solo es migraña.

— Mamá.

— Estoy bien, hija.

— Está bien. - suspiró.

— ¡Oh, tengo una cosa que contarte! - dijo alzando la voz entusiasmada, cambiando por completo el ambiente tenso que había recién hace unos segundos.

— Dime. - tomó asiento sobre una silla del comedor, tomando unas galletas que estaban en un gran tazón sobre la mesa.

— Diré una sola palabra, "Roxanne".

— La-La señorita Roxanne... - tartamudeó, recordando que ella y su madre compartían el hilo rojo del destino. — ¡¿Qué-Qué ocurre con ella?! - preguntó entusiasta.

— Me invitó a salir a cenar, a un restaurante bastante lujoso. - hizo una pausa, respirando hondo. — A decir verdad tengo vergüenza de ir, no me gusta hacer gastar a los demás...

— ¡Tienes que ir! - gritó con una galleta en la boca, poniéndose de pie, zarandeando a su madre con las manos en sus hombros.

— ¡Pe-Pero! ¡¿Por qué?!

— ¿No te gustaría? La señorita Roxanne está siendo demasiado amable contigo, no creo que le moleste el invertir su dinero en ti, por eso mismo te invitó, no es una molestia.

— Sí me gustaría ir, pero aún así...

— A cambio puedes darle de estas deliciosas galletas que haces, estarían a mano, ¿Qué dices?

— Me lo pensaré.

— ¡Vamos! ¡Solo es cuestión de decir un simple "Iré"! Ambas sabemos que quieres ir. ¿O le rechazarás la salida? No me imagino como se sentirá la señorita Roxanne si eso llegara a pasar...

— Eres buena manipulando.- rió, tomando una de las galletas. - Siendo sincera, sí, quiero ir.

— Solo eso, no importa nada más, irás y punto, no quiero un no por respuesta.

— A veces me das miedo...

________ rió, era la oportunidad perfecta para que su madre por fin conociera más a fondo a la chica conectada a ella, a la supuesta destinada a estar a su lado, a su alma gemela.

— ¿Y cuándo será la cita?

— ¡¿Ci-Cita?! - dijo ahogándose con su chocolate. — ¿Qué dices? Solo es una salida casual, además ella es una mujer.

— ¿Y...?

— Somos dos mujeres ______.

— ¿Ese es algún impedimento para sentir algo por alguien?

De pronto, el corazón de la mayor comenzó a latir con fuerza. — Ya, dejemos eso de lado, la cena será mañana.

— Perfecto. - dijo poniéndose de pie. — Iremos al centro comercial en busca de tu atuendo. - dijo tomando la mano de su madre, llevándola a rastras a la puerta.

— ¡En mi armario tengo ropa!

— Necesitas renovar ese aburrido armario, apuesto a que ibas a ir en jeans y con ese tonto abrigo que siempre usas, no van para nada con ese restaurante.

La madre de ______ rascó su mejilla algo avergonzada, sí tenía planeado ir con ese atuendo. — Tú ganas.

Afortunadamente el centro comercial no estaba tan saturado como de costumbre, esto debido al frío en el exterior y que no era aún fin de semana.

— ¿Qué te parece esa tienda? La ropa en los maniquíes se ve bastante linda. - señaló dicha tienda.

— Te dejo a cargo de esto.

— Muy bien. - sonrió, caminando de la mano de su madre a la tienda.

Durante varios minutos ambas examinaban cada prenda colgada en los ganchos de la tienda, comparando colores, telas, cortes y detalles.

— Este es hermoso. - dijo bajando el vestido, acariciando la tela. — Deberías probártelo.

— Es demasiado vistoso. - murmuró.

— ¿No dijiste que era un restaurante lujoso? Este es el indicado.

Aquel vestido era color rojo, con un escote algo pronunciado, de la parte de arriba ajustado, de la parte de abajo un poco más ampón, con una pequeña apertura que dejaba ver algo de la pierna izquierda.

— Puedes usar un abrigo encima cuando tengas frío.

— Está bien, iré a probármelo.

Una vez entró al probador, ______ se quedó esperando, observando los demás vestidos de momento.

— _______, ¿Qu-Qué haces aquí?

Aquella voz era bastante familiar.

Era Aidan.

— ¿Aidan? - pronunció girando su torso. — ¿Qué haces tú aquí?

— Roxanne me pidió venir aquí por algo que encargó hace unos días. - dijo viendo de reojo la tienda. — Pero solo vine a eso, estaré ocupado el día de hoy.

— Oh claro, yo también, quiero pasar el día con mi madre, ¿Roxanne te contó que tendrán una cita? Estoy ayudando a mi madre a escoger que usar para mañana. - sonrió emocionada.

— Hace unos días me contó que quería invitar a tu madre a una cena, así que ya lo hizo... - rió en voz baja. — Esa mujer no le teme al éxito.

— ¿Recuerdas que te conté que tenían el hilo rojo del destino? Bueno, estoy feliz por esto, nunca vi a mamá tan nerviosa por una cita, sé que le irá de maravilla.

— Conozco a Roxanne desde que tengo memoria, al ser la mejor amiga de mi madre siempre he convivido con ella, y puedo asegurarte que jamás se interesó por nadie en el pasado, solía decir que quería ser una solterona de por vida, creo que no salió como esperaba.

— Mamá siempre vivió un infierno con mi padre en casa, ella creía que así era el amor, creía que debía aguantar tantas cosas por el hecho de que él era mi padre, por el hecho de que llegó a amarlo alguna vez. - suspiró pesadamente. — Quiero que ahora experimente lo que es realmente el amor.

— Vaya que lo hará.

— Eso espero.

• • ┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈ • •• • ┈┈ ๑ ⋅

Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora