𝐇𝐢𝐩𝐧𝐨𝐬𝐢𝐬

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Domingo 12 de enero

Aún era bastante temprano para ser fin de semana, a pesar de la hora, Aidan llegó a la casa de ______, pues tenían una cosa por hacer, antes de que algo malo pudiese suceder.

- Aidan Gallagher, ¿Cómo puedes venir sin abrigo? ¿No tienes frío? Ve a cuantos grados estamos, podrías resfriarte. Sube a mi habitación por uno, mientras ayudaré a mamá a terminar de arreglar unas cosas de su trabajo para podernos ir.

- Pero no tengo frío.

- Que vayas por el abrigo.

Aidan soltó una pequeña risita y asintió, subiendo las escaleras hasta la habitación de la chica, abriendo el armario y buscando algún abrigo que pudiese quedarle, mientras ella ayudaba a su mamá con algunos últimos deberes de su trabajo para poder partir.

Su destino estaba algo alejado de donde vivían ahora, quizás unas cuantas horas de recorrido para poder visitar a la mujer dedicada a temas de las almas gemelas, reencarnaciones, astrología, energías y todas esas cosas espirituales. Las horas de recorrido no importaban ahora, debían hacerlo, en cualquier momento podían arrepentirse de no haberlo hecho antes, nada aseguraba un buen día después de la predicción que había visto esa mujer en la alma de la chica, "una alma perturbada, algo malo está por suceder", esas palabras asustarían a cualquier persona, peor aún sabiendo que en su vida pasada algo similar ocurrió.

Aidan bajó del segundo piso con el abrigo acogedor color crema puesto, a la par _____ y su madre terminaron de realizar los últimos deberes pendientes, ahora solo quedaba subir al auto e ir a su destino.

¿Qué cosas les traía deparadas el destino esta vez? ¿Algo les garantizaba su seguridad?

Los tres subieron al auto, un recorrido algo callado con música tranquila en volumen bajo, los nervios salían a flote, sus mentes atacaban constantemente con ideas o pensamientos de lo que podría llegar a pasar una vez llegaran al local de dicha mujer. Nuevos descubrimientos, mensajes, sentimientos, recuerdos, acontecimientos, cualquier cosa podía suceder ese día, cosas positivas o negativas, nadie lo sabía, era justamente por eso que debían ir y verlo con sus propios ojos, o escucharlo con sus propios oídos.

Tras unas cuantas horas de recorrido finalmente llegaron, afortunadamente el local seguía ahí, nada había cambiado.

Bajaron del auto y decidieron entrar, pasando por un pasillo lleno de telas moradas y negras sobre el techo, velas aromáticas e incienso por todas partes, hasta llegar al final del pasillo, en donde se encontraba dicha mujer sentada sobre una pequeña silla circular, frente a ella una mesa de la misma forma geométrica de madera.

- ¡Ustedes!

- ¿Nos recuerda?

- Puede que físicamente no los recuerde, pero las esencias de sus almas jamás las olvidaría, eran bastante peculiares, al parecer se reencontraron. - sonrió. - Casi lo olvidaba, me comentaste que podías ver el hilo rojo como yo ¿Cierto? ¿No es lindo ver que el de ustedes está unido?

- ¡Sí! Es bastante lindo, no solamente puedo verlo si me lo dispongo, puedo sentir la calidez de su alma cuando estoy a su lado.

- Es encantador escuchar eso. - sonrió nuevamente. - ¿Puedo saber a que se debe su visita? Tengo una idea del porque, pero quiero que me lo confirmes.

- Usted dijo que veía algo perturbador en mi alma, ¿Sigue haciéndolo?

La mujer de cabello negro azabache tomó con delicadeza la mano de ______ y comenzó a leerla, después alzó su mirada y observó detenidamente a ambos, soltó un suspiro algo pesado y se dispuso a hablar.

- Sigo viendo lo mismo, pero ahora lo veo con mucha más claridad, en este momento puedo decirte que es exactamente lo que ocurre.

El corazón de ambos chicos comenzó a latir con rapidez imaginándose cualquier cosa.

- ¿Qué es exactamente lo que ocurre? - preguntó está vez Aidan.

- Ustedes han sido embrujados, posiblemente en alguna de sus vidas pasadas alguien los maldijo antes de morir y la desgracia los persigue.

- ¿Vi-Vidas pasadas?

- Es una suposición, pudo ser en su anterior vida, aunque lo veo poco posible. El punto aquí es que cuentan con una maldición la cual hace que desgracias sucedan.

- ¿Y qué podemos hacer para eliminar esa maldición?

- Recordar el mal que hicieron en sus vidas y pedir perdón a la persona que los maldijo. Sabemos que estuvo mal de su parte haberlos maldecido, pero regresar a la normalidad, deberán arrepentirse y pedir perdón.

- ¿Cómo podemos recordar el mal que hicimos?

- A través de la hipnosis, ustedes tomaran una siesta mientras escuchan mis manifestaciones, para que el universo conspire en ustedes a su favor y recuperen sus recuerdos.

- ¿Puedo preguntar otra cosa? - añadió _____, había una duda que rondaba en su cabeza al escuchar toda esta información.

- Dime.

- Sabe si... ¿Realmente nosotros nos conocimos en nuestra vida pasada o...?

- Para eso son las manifestaciones de los recuerdos, no se si se conocieron en su vida pasada o hubo alguna anterior en donde lo hicieron, pero seguramente pronto descubrirán eso.

- ¿Cuándo pueden hacer esas manifestaciones? - preguntó la madre de ____.

- Personalmente creo que todo este proceso se debe hacer lo antes posible antes de que algún acontecimiento malo suceda. ¿Les parece hacerlo ahora mismo?

- ¡Sí! - gritaron ambos a la vez.

- Bien, acompáñenme.

La mujer abrió una pequeña puerta en donde se encontraba detrás una habitación algo obscura, con una colcha cómoda sobre el suelo y algunas velas a los lados.

- Recuéstense y tómense de las manos, intenten encontrar alguna posición cómoda para ambos y cierren los ojos, nada más importa ahora, relájense, intenten poner su mente en blanco y únicamente escuchar mis palabras.

Ambos se tomaron de las manos con tranquilidad, aflojaron un poco sus cuerpos y se recostaron cerrando los ojos y respirando profundo intentando borrar los pensamientos atormentantes que anteriormente yacían en sus mentes, el silencio era tan pacifico, de pronto, la voz de aquella mujer se hizo escuchar.

Una pequeña música suave con ondas subliminales se reprodujo en un volumen promedio, la mujer decía con tono suave indicaciones pidiendo que los presentes relajaran ciertas partes de su cuerpo para tener efectividad, afirmaciones eran dichas una y otra vez agradeciendo al universo en todo momento y pidiendo por los recuerdos de los chicos.

Alrededor de una hora pasó, ambos yacían dormidos escuchando las palabras y las ondas emitidas, completamente relajados, hasta que, ambos abrieron los ojos de golpe.

¿Qué habían visto de su vida pasada? ¿Lograron ver algo?

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Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora