Nueva vida

𝐀𝐥𝐦𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐮𝐫𝐛𝐚𝐝𝐚

- ¿Crees que el accidente tenga que ver con lo de tu alma perturbada?

- ¿Qué?

______ miró a su madre extrañada por unos segundos, no tenía idea de lo que estaba hablando, pero sin duda el ambiente se volvió un poco pesado, el aire un poco tenso, un silencio un tanto incómodo, miradas extrañadas por parte de la menor, la mayor intentando encontrar las palabras indicadas para explicar lo que acababa de nombrar.

- Seguro lo habrás olvidado, tenías tan solo cuatro años. - tomó aire antes de continuar. - ¿Recuerdas cuando fuimos con una mujer espiritualista? Dedicada a todo esto de las almas.

- Tengo un recuerdo muy vago sobre eso, pero sí, ¿Qué ocurre con eso?

- En nuestra consulta con esa mujer, ella nombró algo. - Colocó su dedo índice y pulgar sobre su mentón intentando recordar a la perfección lo que había dicho. - "Veo algo perturbador en ella, algo malo esta por suceder" eso dijo.

_______ sintió como su sangre se volvía pesada y su corazón se paralizaba por unos segundos. Intentó ponerse de pie, al intentarlo se tambaleó un poco, su madre logró tomarla del brazo, evitando una caída.

- ¿Hi-Hija? ¡¿Estás bien?!

La menor llevó su mano a su cabeza intentando calmar el leve dolor que vino, afortunadamente logró hacerlo.

- Lo siento, ¿Puedes continuar?

- ¿Estás segura?

- Sí.

- Esa mujer nombró que en tu alma podía ver que algo malo estaba por suceder, como si tu alma estuviese siendo perturbada. Me pregunto si ese incidente tiene algo que ver con eso.

- Puede que tengas razón...

- ¡No, No! - negando movió sus manos de un lado a otro. - Eso tendríamos que consultarlo con esa mujer, necesitamos volver a consultarla, seguramente ella podría ayudarnos.

- ¿Podemos ir ahora?

- Cariño, son las 12:30, seguramente está dormida en este momento. - expresó risueña. Se levantó de la esquina de la cama en donde estaba sentada. - Y nosotras también, debes descansar.

_______ volvió a recostarse sobre su lecho, tallando sus ojos un poco, pues, había sido un día bastante agotador.

- ¿Mañana podemos ir?

- Recuerdo que su local era bastante lejos, mañana tengo doble turno y no puedo llevarte. ¿Qué te parece pasado mañana?

- Esta bien. - respondió cubriendo su cuerpo con la cobija, acurrucando su cabeza sobre la almohada. - Descansa.

- Descansa cariño, no pienses demasiado en esto, solo duerme. - sonrió apagando la luz, saliendo de la habitación y cerrando la puerta.

A pesar de que su madre le haya dicho no pensar demasiado en eso, era imposible no hacerlo, el sueño se había ido, solo pensamientos sobre lo que acababa de pasar y lo que posiblemente podría pasar en un futuro no muy lejano. ¿A qué se debía y qué era exactamente un alma perturbada? Una mala vibración y el miedo abundaba por su cuerpo, ¿Eso podría traerle alguna consecuencia? No solo a ella, sino a Aidan también.