Los Cullen siempre fueron reservados y cuidadosos con las personas con la que ellos se involucraban, eso también cuenta con su familia, pero cuando una humana llamada Bella aparece en sus vidas Alice decide llamar a una conocida muy importante de Es...
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En una hermosa noche de verano, donde las personas se dedican a pasear, reír, jugar con amigos y/o pareja, se encontraba el antiguo clan de vampiros, los Denali, paseando por las profundidades de un bosque donde no cualquier humano podría llegar sin miedo a ser consumido por la oscuridad o alguna otra criatura que pase por aquel lugar en ese momento, pero claramente ellos no tienen miedo ya que son esas criaturas.
— Eleazar, digo que deberíamos quedarnos un poco más, aún las chicas podrían hacerse pasar por adultas que terminan la universidad — La esposa del jefe del clan intenta convencerlo de que no deben partir de su país tan querido.
— Carmen, cariño, las chicas ya son mayores y Laurent no aguanta tanto tiempo encerrado en un lugar — El vampiro le comenta mientras sube una rama.
— Creo que es momento de irnos, después de todo podemos instalarnos en Italia — Una de las hermanas, específicamente Tanya, se acerca para poder hablar con el matrimonio.
— Pero en Italia no seremos tan bien recibidos, los Volturi — Eleazar le recuerda a su familia.
— ¿Y si vamos a Rusia? — El moreno habla tomando la mano de su compañera, Irina.
— Buen plan, pero...
Justo en ese momento un profundo olor a sangre y el palpitar de un corazón llama la atención de todos los vampiros que miran en la dirección de la que proviene el aroma fresco, quien primo se aproxima es la esposa del jefe del clan con cuidado seguida por este y por último las tres hermanas con Laurent, a medida que se van acercando escuchan como un balbuceo y un crujido, atentos ante cualquier movimiento, todos llegan a un conjunto de árboles y ahí encuentran un bulto.
— ¿De ahí viene el olor a sangre? — Pregunta Laurent de manera segura mirando a la manta en el suelo.
— Al parecer.
Eleazar es quien se acerca, pero antes de poder abrir la tela se encuentra un cuerpo a las lejanías, es una mujer bañada en sangre con una apariencia como de muerto viviente, como un cadáver en descomposición por bastante tiempo, pero el olor es fresco, todo esto resulta extraño por lo que se agacha sacando con cuidado la tela encontrándose con un bebe.
Mejor dicho, una beba de tan solo unas horas de vida, él con cuidado la toma y ella lo mira con atención, sus ojitos verdes recorren cada parte de su rostro como examinándolo y una sonrisa aparece en su rostro, el mayor acaricia la mejilla de la pequeña y siente el calor típico de los humanos, pero lo que más llama la atención es que también es fría como un muerto.
— ¿Está sola? — Carmen le consulta a su marido acercándose para poder tomar a la beba en sus brazos con cuidado, ella sonríe mientras que la menor hace lo mismo.
— Su madre murió al parecer, pero esto es muy raro — Eleazar mira el cadáver de la mujer y Laurent se aproxima para poder verla.
— Murió al dar a luz, pero hay algo muy inusual aquí — El moreno comenta.
