Los Cullen siempre fueron reservados y cuidadosos con las personas con la que ellos se involucraban, eso también cuenta con su familia, pero cuando una humana llamada Bella aparece en sus vidas Alice decide llamar a una conocida muy importante de Es...
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Luego de la intervención por parte de Rosalie no he vuelto a tocar el tema de las almas gemelas y compañeros con nadie, ni conmigo misma, eso quiere decir que mi compañero es Jasper, somos destinados, pero ¿Si no me quiere? ¿Si se siente forzado a quererme?
Ahora me encuentro sentada en el balcón de mi cuarto, aunque yo podría ir tranquilamente al instituto porque no brillo bajo el sol debo mantener la faceta de los Cullen por lo que decidí quedarme, todos se encuentran dentro mientras que yo estoy aquí.
Siento una presencia a mi lado y me giro encontrándome con Edward que viene a mi lado, justo el brillo del sol le da en el rostro haciendo que brille como un hermoso diamante, pero siento como en su cuerpo hay una especie de frustración.
— Dime Ken ¿Qué pasa? — Le pregunto y se sienta a mi lado con una pequeña sonrisa.
— Bella.
— Dime ¿La amas? — Con esa pregunta parece pensársela un poco.
— No sé, es muy rápido para hablar de amor, pero hay algo que me llama mucho de ella.
— ¿No será tu Tua Cantante? — Nuevamente piensa — Mira Ken, su sangre es completamente atrayente y te lo digo yo, que no consumo mucha sangre, pero a ti te vuelve loco, quieres morderla y drenarla por completo, pero a la vez hay un sentimiento que te lo impide — Cierro los ojos al imaginar el néctar de la sangre de Bella por mis labios, pero no pienso morderla ni hacer nada de eso.
— Tal vez, pero no sé, quiero explicarle lo que somos.
— ¿Qué te lo impide?
— Que si las cosas salen mal debemos matarla e incluso irnos, es complicado — Un suspiro de frustración sale de sus labios.
— A mi papá le salió bien y mira, hoy tienen una hermosa, maravillosa y mitad inmortal hija.
— Pero no todos tenemos suerte Cass.
— Si no te arriesgas no sabes ¿Qué tal si el día de mañana se casan y adoptan un niño? Yo pediría ser la tía, porque estuve desde el principio de la relación — Una carcajada se escapa de sus labios.
— ¿Sabes? Cuando te tomas las cosas serias no eres del todo irritante.
— Yo también te quiero Ken barato — Ambos sonreímos — No me tomo todas las cosas serias porque nunca tuve tiempo de ser una niña, crecí demasiado rápido y me perdí etapas, yo nunca fui con niños al colegio, nunca me llevaron a inflables, nunca di mi primer beso a escondidas, nunca fui porrista y mucho menos bailarina y tampoco tuve a alguien que se enamore de mí, me perdí todas las etapas.
— Pero ¿Hay algo bueno en eso? — Asiento con una gran sonrisa.
— Entrar en las discotecas humanas a los nueve años, nunca haber tenido mi periodo y lo mejor del mundo nunca en mi vida haber tenido esas horribles enfermedades humanas como la varicela — Lo que me ahorro por tener mi parte inmortal.
