Nuestra eternidad ❘Jasper Hale❘

Epílogo

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Los días pasaron y los vampiros comenzaron a irse lentamente, uno por uno se iban del pueblo para poder volver a sus casas, a sus clanes y a sus tribus, ahora mismo me encuentro con Nahuel en el bosque mientras que veo a Jasper despedir a Charlotte y Peter.

— ¿Cómo es eso de neófito eterno? — Le pregunto a Nahuel mientras que se prepara para poder partir.

— ¿Recuerdas que los neófitos son más fuertes por tener sangre humana en su sistema aún? — Asiento recordando todo lo que dijo.

— Son más fuertes, pero no más rápidos ni estrategas.

— Tienes sangre humana corriendo por tus venas, por lo que siempre seremos como neófitos, porque la parte humana va a vivir eternamente, por lo que seremos más fuertes que ellos si queremos, pero no tan fuertes como neófitos completos — Me dice y yo asiento por ello.

— Entonces, siempre seremos neófitos.

— Por el resto de la eternidad.

Ambos nos despedimos para luego ver cómo se van caminando por el lugar, junto a Huilen, yo los veo desaparecer por el bosque para luego ver a mi esposo saludar a sus amigos, ellos dos me miran y Peter me dedica un asentimiento de cabeza mientras que Charlotte me saluda con su mano, yo le devuelvo aquel gesto. Una vez que ellos se van de aquel lugar Jasper se gira para poder verme con los brazos en su espalda, me dedica una hermosa sonrisa antes de que yo le haga lo mismo, pero a lo lejos podemos ver a nuestra hija y una visión viene a mi mente.

Es ella corriendo por la nieve en Alaska con Embry, ambos corren por al lado de un río congelado, mientras que saltan y se ríen entre ellos, una sonrisa aparece en mi rostro al pensar en ellos dos, de un momento a otro Embry se convierte y ambos están abrazados riendo mientras que miran el horizonte.

Vuelvo a mi realidad y siento como ella viene conmigo, cuando se encuentra frente a mí le dedico una sonrisa y la abrazo de manera tierna, soy completamente feliz junto a ella.

— ¿Cómo te encuentras mi amor? — Le pregunto agachándome a su altura.

— Perfecta mami.

— Me alegra que te tenga — Levanto la mirada encontrándome a Jasper hablar con Embry, ambos miran en nuestra dirección.

— ¿Ya puedo proponerle matrimonio? — Dice divertido.

— No.

— Vamos con papi — Ambas caminamos a donde se encuentran y mi hija salta a los brazos de mi esposo haciendo que él sonría.

Yo me acerco a ellos y abrazo a mi compañero por la cintura mientras que él lo hace por los hombros, frente a nosotros aparecen mis amigos listos para poder irse, deben seguir su recorrido, ahora todos son nómadas, pero van todos juntos, son un nuevo clan, les dedico una sonrisa que es devuelta por ellos.

— Bueno, debemos irnos — Rafael dice.

— Nos vemos, algún día — Miro a los chicos.

— ¿Nos vemos en Saturno? — Rafa me pregunta con una sonrisa.

— Nos vemos en Saturno — Él me deja un beso en la frente.

— Como no quiero ir a Saturno nosotros nos veremos en Alaska — Hunter me dice y yo le sonrío.

— Viajamos por el mundo.

Cada uno se despide de ellos y toman rumbo para México, un nuevo destino que a todos les gusta, mis padres se quedarán un tiempo con nosotros ya que quiere que nos pongamos al día todos, ahora estaremos por siempre todos juntos, hasta el día de nuestra muerte.

(...)

Seis meses después

Nuevamente los dolores de parto me dejaron completamente mal, pues quedé embarazada hace dos meses por lo que entendemos y mis padres ahora se quedaron para poder cuidarnos, tenemos oficialmente un hijo que se llama Liam.

Hemos adoptado a dos bebés que tienen un mes de nacidos y son bebés humanos, son una niña y un niño que los llamamos Isabelle y Fred, ahora somos una familia de seis, tres híbridos, un vampiro completo y dos humanos, algo que o sale muy bien o muy mal, pero por el momento todo está bien.

Ahora me encuentro en la sala jugando con nuestros cuatros hijos mientras que mi madre carga a Liam, papá hace lo mismo con Rachel que aparenta siete años ya y mis tías toman a los mellizos, creo que después de todo Jasper tuvo su familia numerosa.

(...)

Meses más tarde

Los niños ya están creciendo, los bebés gatean por todo el lugar, mis hijos híbridos crecen, Liam a una velocidad más desenfrenada que Rachel, por lo que con meses después ya la alcanzó en edad física, como siempre todos vemos películas esperando que los niños se duerman de manera definitiva hasta el día siguiente, pero a mi lado se encuentra mi esposo, todo lo que necesito está en estas cuatro paredes, no necesito nada más, solo a ellos sonriendo a diario, a mi esposo que me hace feliz.

¿Quién iba a decir que me enamoraría del hijo del mejor amigo de mi padre? Que nos terminaríamos casados y lo mejor del mundo, que nos desvivimos por nuestros hijos, después de todo esto es por el resto de nuestra eternidad.