Parte 7

3.7K 488 30
                                    

Dos semanas

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.


Dos semanas

Habían pasado dos semanas y ambos parecían odiarse aún más que en el inicio.

Cada uno iba por su lado, y cada vez que mirabas esperanzadoramente las salidas, Nanami venía para dejarte en claro el peligro de muerte que estabas corriendo sólo con aquella acción.

En varias ocasiones intentaste averiguar más sobre tu padre y hermana, pero tus únicas respuestas eran amenazas, y silencios incomodos.

Acariciaste con lentitud la cabeza de Phoenix, quién parecía mirarte con curiosidad y cariño. River, por otro lado, solo te gruñía si intentabas acercarte a él. Inclusive en algunas ocasiones Nanami tuvo que interferir porque el desconfiado perro malinterpretaba tus tímidos pasos.

Cruzaste tus piernas, una sobre la otra en tu asiento, mirando las horas pasar en el monótono y extraño reloj digital en la pared. Ese reloj y los perros eran tus únicos compañeros, ya que Nanami siempre estaba haciendo llamadas o trabajando en un tipo de portátil en el porsche trasero.

Se veía tan intimidante y serio, que preferías evadirlo todo lo posible. Además, parecía nunca dormir porque cada vez que te despertabas él estaba totalmente despabilado.

Escuchaste sus pasos aproximarse al interior de la casa, entrando por la puerta trasera y dirigiéndose directamente al asiento frente a ti. Su camisa, esta vez de una sutil tonalidad gris, parecía estar entreabierta, posiblemente por el bochorno del soleado día.

Sus ojos negruzcos te apuntaron como dos filosas espinas. -Necesito que me acompañes a un lugar.

—¿Dónde?

—Sólo necesitas saber que debes de ir, y debes de vestirte con lo que hay en la caja —soltó, revolviéndose un poco el cabello mientras señalaba con la mirada una considerable caja dorada.

Temerosa te apartaste de Phoenix, caminando hacia la caja para mirar en su interior. Tus temblorosos dedos tomaron la tapa, observando la suave y sedosa tela de lo que parecía ser un vestido.

La fricción de tus dedos contra el material te trajo un sutil escalofrió, tal como un mal presagio.

—Esta tela es seda, y no cualquier seda, ¿lo sabes?

Nanami frunció el ceño ante tu tono sorprendido. —¿Cómo sabes tanto de tela?

—Mi madre, ella era... —tu voz se detuvo al ser consciente de lo que saldría por tu boca. Te silenciaste tan inmediato como tu cerebro reacciono, cambiando el tema rápidamente—. ¿A qué clase de cosa tengo que acompañarte para ir vestida como una celebridad?

—No es algo que debas de saber.

—Me niego a ir en ese caso, no iré vestida de esta forma sin saber qué demonios vas a hacer conmigo.

—Nadie va a dañarte.

—Tú me dañas lo suficiente -soltaste en un susurro inaudible que en realidad el rubio si logro escuchar.

Bajo tu Piel | Nanami Kento | ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن