La pequeñas mentiras piadosas se escapan de tus labios mientras me abrazas. Me hice la tonta desde el inicio, pero siempre supe que en algún momento simplemente me dejarías. De todas formas, nunca dije nada, porque temía perderte antes de tiempo.
F...
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Tus ojos se abren con dificultad debido a los rayos de sol en tu rostro, y rápidamente su cuerpo se sobresalta en la suavidad de la superficie blanda.
Tu cabeza duele insistentemente, y el pinchazo fuerte en tu pierna te sacude. Con lentitud y suavidad quitas la sabana sobre tu cintura, mirando hacía abajo tu pierna herida, cubierta de forma considerable por una venda blanca.
No recuerdas exactamente que sucedió, solo recuerdas el movimiento brusco del auto, los pequeños brazos de Lilly alrededor de tu cuello, y las maldiciones exasperadas de Nanami.
Un suspiro largo brota de tus labios, haciendo que lleves la palma de tu mano hasta tu frente, quejándote del terrible dolor en todo tu cuerpo.
Lilly...
Involuntariamente buscas levantarte de la cama para ir en su búsqueda, pero la estancia desconocida te recibe, y el pánico te abruma de forma inmediata.
"¿Dónde demonios estoy?" te preguntas mentalmente.
—Luces mal, chica.
Todos tus sentidos se ponen alerta, y tu mirada va a la silueta femenina que camina lentamente hacia ti, entrando en la desconocida habitación que te rodea.
¿Qué es esta estancia con fachada tan malditamente adinerada y elegante?
—¿Quién eres? ¿Dónde estoy?
La mujer se acerca, y tus ojos la enfocan con atención. Es muy atractiva, luciendo un cabello oscuro, ojos verdosos jade, y labios teñidos en un rojo mate intenso. Toda su figura desprende aristocracia, poder y elegancia.
—Soy Negara, la esposa del Capo.
Tu lengua se traba, y el nudo en tu garganta crece considerablemente.
—¿Eres la madre de Satoru?
Ella hace un amago de sonrisa, pero niega lentamente. —No, ella no esta aquí.
El sonido brusco de la puerta abriéndose te hace sobresaltar, y tu pose se convierte en una de alerta, haciendo que coloques de forma errónea tu pierna, transportando una carga electrizante de dolor por todo tu cuerpo.
—Demonios, ¿el doctor no le dio algún sedante?
La cabellera blancuzca de Satoru aparece en tu campo de visión, haciendo que des leves pasos hacía atrás, huyendo de él. No se oye molesto, pero parece algo irritado. Su cabello esta desordenado, y tiene unos pequeños círculos violáceos bajo sus intensos ojos azulados.
