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Formalidades

Bajo aquel cielo azul estaban seis jóvenes dando inicio a un interrogatorio más que una simple reunión. Ciertamente Lyla no entendía el por qué aquel presidente de la pandilla quería citarla para conversar, pero lo sabría prontamente. Ella se cruzó de brazos en espera a la próxima palabra.

"Ayer estabas siendo perseguida por dos miembros de Moebius, es una pandilla enemiga", empezó a explicar Draken, los demás escuchaban atentamente a los hechos. "El punto es... ¿Te perseguían porque los conoces o debes algo?", ahora todos los ojos estaban en mí, me puse nerviosa por tener toda la atención. 

"No tengo nada que ver con ellos, simplemente me empezaron a seguir", dirigí mi mirada al más alto, me miraba seriamente. "Si hubiesen querido ajustar las cuentas conmigo no habrían intentado hacerme daño primero", expliqué, tenía un punto, pero no podía probar que no tengo nada que ver con esa pandilla. 

Entre ellos cruzaron miradas.

"Hmmm", emitió aquel chico de cabello negro largo. "No lo sé". 

"Vamos, chicos. Moebius no suele tratar bien a las chicas, es imposible que ella se haya envuelto con ellos", Mitsuya a mi lado trató de calmar la situación.

"Tiene razón", ahora Draken había tomado la palabra. Volteó a mirar a su presidente, quien miraba atento a los presentes. Por inercia lo miré también.

Espero que puedan creerme.

"Eres bastante fuerte, Lyla", ahora Mikey había hablado, me tensé al escuchar su voz. "Te creo". Esas dos palabras transmitieron paz en mí, al menos tenía un peso menos encima.

Hice una reverencia hacia él en agradecimiento.

"Gracias", le sonreí en respuesta. Al menos había pensado sabiamente antes de juzgarme.

"¿Eso es todo, Mikey?", preguntó Mitsuya.

"Nop, quería presentarlos formalmente", dio un paso al frente. "Ya te lo había dicho pero soy Mikey, el presidente de la Tokyo Manji". 

"Se llama Manjiro Sano, le llaman el Invencible Mikey", me susurró Mitsuya. Debe ser realmente fuerte para tener tan gran apodo, quería ver por mí misma el potencial de Mikey.

"Ken Ryuguji, llámame Draken", puso una mano sobre mi cabeza en forma de saludo. "Soy el vice-presidente". Entonces era el segundo al bando, significa que también es bastante fuerte.

"Llámame Pa, mi nombre no importa. Capitán de la tercera división", qué engreído... Nuestro primer encuentro tampoco fue muy amistoso en realidad.

Sentí una mano sobre mi hombro.

"Mitsuya Takashi, capitán de la segunda división", se presentó formalmente el chico a mi lado. "Se pude decir que ya sabes más de nosotros". Si cada uno se presentó con sus nombres y posiciones significa que de verdad creyeron en mi palabra, cosa que me hizo sentir bien. 

"Sí... yo soy Lyla Yoshida, no soy capitán de nada pero de algo sirvo", solté una risa sarcástica.

"Ahora eres amiga de la pandilla y sirves para pelear, eres valiente", se acercó Mikey y sacudió mi cabello, acto seguido lo acomodé. 

"Eso significa que protección nunca me faltará", mis ojos brillaron en felicidad, por fin estaba teniendo algo interesante en mi triste vida. Tener amigos pandilleros me pondría en ventaja si alguien en cualquier momento se mete conmigo, aunque yo misma me las puedo arreglar.

"Aún así te sabes defender bastante bien, ¿cómo aprendiste?", la inocente pregunta de Mitsuya me trajo una sensación ácida, mi expresión cambió un poco. Su pregunta era inocente y sin mal sentido, pueden haber muchas respuestas a su pregunta pero canónicamente mi respuesta sería la más triste.