𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻

Ansiedad

Seguí corriendo, estuve a punto de llegar al estacionamiento pero me detuve para tomar aire. Sentía como mis piernas se acalambran del cansancio, intenté caminar pero me tropecé y caí sobre el pavimento. 

"Ay", emití al sentir el impacto, pero por la adrenalina me volví a levantar sin importar los raspones. Ahora mismo el vice-presidente está grave. Llegué al estacionamiento y busqué a Takashi con la mirada. 

Me acerqué a él, estaba de cuclillas descansando junto con demás miembros.

"Ahhh, estoy muerto", dijo después de suspirar. "¿Lyla? ¿Qué te pasó?", dijo alarmado, a decir verdad me veo bastante mal, tengo los pómulos posiblemente hinchados y rojos, la camisa blanca ahora está sucia y estoy tan cansada como él.

"¡Ya terminamos por acá!", dijo el chico de cabello naranja apoyado de otro miembro más grande sin camisa, detrás venía el chico que me había prestado su cola. Me mantuve callada buscando las palabras correctas para decir lo de Draken y su estado. 

"Ya veo, ¿y Mikey?", preguntó Takashi. 

"Por ahí", respondió el pelinegro apuntando a cierto lugar, no miré donde apuntó simplemente me quedé en mi lugar. Me quité la cola y le extendí mi mano al chico de cabello negro, este se acercó dudoso y la tomó lentamente. Se fijó en mi cara, lo pude notar. Mikey se acercó a nosotros después de que aquel muchacho de manos tatuadas se fuera. 

"¿Están bien? ¿Dónde está Draken?", preguntó el presidente. 

"¿Lyla?", preguntó Takashi a lo que los presentes se voltearon a verme.

"Está asustada, eso es todo", dijo el chico de cabello negro a lo que yo afirmé con mi cabeza, ellos se asombraron al ver que las lágrimas empezaban a formarse en mis ojos. Takashi se levantó y se puso a mi lado. 

"Peleó como una bestia y ahora tiene miedo", dijo irónicamente el más alto.

"Déjala hablar, Mucho", intervino Takashi.

"Chicos, mantengan la calma...", hicieron lo contrario. "Una ambulancia llevó a Draken al hospital más cercano, Kiyomasa lo apuñaló", luché fuertemente contra las lágrimas, de pronto empezamos a escuchar sirenas, era la policía, pero no nos movimos. 

Mikey salió corriendo a su motocicleta y se fue. 

"¡Tenemos que irnos ya!", ordenó el de cabello negro. Los demás corrían.

"Vamos, Lyla", dijo Takashi apresurado. Tomó mi mano y nos empezó a guiar hasta su moto, mis piernas solo cooperaban a donde me guiaba, me senté detrás suyo y me aferré con fuerza, pude sentir como temblaba. 

"Hice lo que pude, intenté detener el sangrado", dije apunto de perder control de mis emociones. Desde que pasó lo que pasó con mi madre y mi hermana no había perdido control de mí, ahora mismo estoy bloqueada.

"Sé que lo hiciste, confío en ti", me respondió serio pero amable. Encendió la moto y salimos a gran velocidad de ahí. Fuimos a toda velocidad, las gotas de lluvia azotaban fuertemente todas partes. Definitivamente no quiero que Draken empeore o sentiré culpa de no poder haber hecho más.

Cuando llegamos, Takashi aparcó su moto y me ayudó a bajar, ni siquiera preguntamos nada en recepción, solo entramos corriendo con bastante prisa. Noté como aquel chico, Peyan llegaba casi al mismo tiempo que nosotros dos, sentí sus pasos por detrás. Casi vuelvo a caer por el resbaladizo suelo del hospital así que me deslicé por el suelo y volví a correr junto a Takashi. Delante nuestro estaban mis compañeros de clase, Takemichi, Hinata y Emma. 

"¡Takemicchi!", gritó Takashi. "¡¿Y Draken?!".

"Mitsuya, Peyan, Lyla...", dijo el chico al vernos.