Una mente maestra

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El capitán de la primera división venía de lado contrario al mío y entre ambos había una apertura para girar a mi izquierda e ir a casa, en su caso sería a la derecha.
Sostuve con fuerza la bolsa con fuerza cuando le vi, cuando me miró de vuelta abrió su boca como si fuese a decir algo, pero justo entonces calló al escuchar una voz.

"¡Mikey", le llamaron justo al lado donde tendría que girar, pero mis pies se detuvieron aún en las sombras del lugar. Baji se puso contra la pared e imité su gesto rápidamente. ¿Acaso mi día cerraría hoy espiando una conversación?

Con su dedo me indicó hacer silencio a lo que yo asentí lentamente, la mano que sostenía mi bolsa empezó a sudar. Pero algo me desconcertaba y eso era que la persona quien llamó a Mikey tenía una voz familiar para mí.

Solo debía hacer memoria para saber de dónde le conozco.

"¿Eh?", al parecer ese era nuestro Mikey el que emitió un sonido de confusión. El de cabellos negros y yo nos miramos y volvimos a escuchar de nuevo.

Saqué las llaves de mi casa, donde particularmente la llave de la puerta principal es más grande, la coloqué frente mía y emití mi aliento frente a esta para limpiarla y así poder ver el reflejo de las cosas. Con ayuda de la llave pude ver con quien estaba hablando nuestro superior.

El chico grosero con el que choqué aquel atardecer.

Fruncí mi ceño y Baji sacó un poco su cabeza para mirar de quien se trataba. Al mirar infló su pecho con aire y volvió a su posición principal.

"Sé que sabes quién soy e iré al grano", pude ver por medio del reflejo como acomodaba sus lentes. "Tengo la volutad de sacar a Haruki Hayashida de prisión", dijo en un tono firme.

Quité la vista de la llave y lentamente miré a Baji, quien movió sus labios como diciédome Pa-chin. No tuve más que ver a través de la llave así que con cuidado de que no choquen entre sí, las guardé nuevamente.

"¿Por qué confiaría en ti?", preguntó Mikey seriamente.

"Porque estoy a punto de liberar a tu gran amigo de muros altos y barrotes que excedan su libertad hasta el siguiente año".

Negué repetidas veces, en cambio él seguía escuchando la conversación. Dejé la bolsa en el suelo ya que sentía como dejaba marca en mi mano.

"Ese tipo de favores van doble intencionados", debatió Mikey. Yo en cambio asentí varias veces a lo que dijo Mikey desde el otro lado del muro.

"Seré directo, tengo potencial para ser el Capitán de la Tercera división de la ToMan y eso lo puedes corroborar".

Hubo un silencio por ambas partes, yo negué con mi cabeza sin creerme lo que escuchaba. Talvez no he conocido al famosísimo Pa-chin, pero Peyan fue capaz de querer matar por su mejor amigo, Draken le visita sin falta a la prisión y Pa-chin... Él solo quiso vengar a su amigo y demás.

"El único capitán de la tercera división es Pa-chin", susurré para mi misma sin querer creer lo que decía el chico. Baji por otro lado seguía atento.

"Lo pensaré, puede que nos beneficie a ambos", dijo Mikey con un tono lleno de seguridad, hasta casi pude jurar haber escuchado donde chocaron ambas manos para estrecharlas.

"Esa es toda mi propuesta, no te haré perder más el tiempo", se despidió el chico, escuché sus pasos girar sobre la tierra y unas cuantas piedritas moverse hacia cierta dirección que no fuese hacia donde Baji y yo estamos, gracias a Dios o a quien sea.

Escuché a Mikey sacar unas llaves, supuse que las de su motocicleta.

"Así que Kisaki Tetta, eh...", sin más encendió su motocicleta y dejó el lugar con un humarascal detrás de él. Cuando pasaron unos segundos para verificar la zona, Baji salió de su escondite y se acercó a mi.

𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora