Injusta culpabilidad

67 10 0
                                    

¡!: Hay un poquito de ya sabes qué más adelante así que si no te gustan esas escenas salta hasta este emoji 🔸
.
.
.
.
.

"Uno: Pagarás todos los daños causados a nuestros integrantes. Incluyendo uniformes, atención médica y atención psicológica de así ser necesario", alcé mi dedo según iba contado mientras daba la orden. "Dos: Donarás un aporte a la Tokyo Manji". 

"¿Eso no lo acordaste en el primer punto?", me interrumpió mientras soltaba un suspiro sin tener por donde escaparse de la situación. Su hermano estaba a su lado sin objetar, solo miraba hacia sus manos esposadas; pues aunque fuese una visita aún eran considerados peligro para los oficiales y tomaban la medidas correspondientes.

"Tercero: Me pedirás disculpas escritas a mí y a mi novio por lo que hiciste", sonreí y pude notar como una vena crecía en su frente. Ignoré por completo lo que dijo con anterioridad, ya había dicho lo que debía decir y no tenía por qué seguir allí a no ser de que iría a informarle a Kazutora todo lo ocurrido, aunque ese era trabajo de Baji. 

"Izana y Kakucho... ¿Sabes cómo están?", preguntó Rindou. 

"Están en las mejores manos", respondí con calma y eso pareció relajar el ambiente tenso que se había creado. Sé que esos dos estaban bien por el hecho de que papá tenía listas las salas aunque eso no quita que ayer me gané un gran regaño por parte de mi familia, de hecho estoy castigada. Me levanté de mi asiento y salí de ese lugar no sin antes despedirme del oficial encargado. Tallé mejor mis vendas y acomodé mi ropa según salía de la correccional. 

"¿Aceptaron?", preguntó Takashi estando recostado en su moto, aún hacía frío así que llevaba una camisa de cuello alto beige adornada de su collar por encima de la misma, una chaqueta de cuero por encima y unos jeans holgados que contrastaban bien su conjunto, por supuesto que él tuvo la idea de vestirnos igual hoy, así que nos veíamos genial. 

"Sí", el vaho salió de mi boca por el frío, no nevaba como ayer pero aún había nieve que no se había derretido. Me acerqué a él y por instinto abrió sus brazos para recibirme y envolverme en ellos, sentí el calor instantáneo que emanaba su cuerpo, últimamente no habíamos podido pasar tiempo juntos dados los acontecimientos del pasado y ahora mismo no quería dejarlo ir. Necesitaba estar cerca de él o sentiría que iba a llorar, no me había pasado antes. 

"¿Estás segura de que estás bien?", acarició mi cabello y me apretó más cuando sintió que comencé a temblar. Sé que se refería a lo que ambos vimos: el choque. Y por alguna extraña razón me culpé de lo sucedido aunque deseaba su muerte con todo mi ser, pero algo dentro de mí se sentía mal. 

Cerré mis ojos y recordé la conversación que tuve con mamá después de lo sucedido.

"Él... murió", recuerdo como mi voz apenas podía entenderse y mis manos temblaban. La expresión de mamá fue indescriptible, no supe descifrar su reacción de tristeza o felicidad. Después de aquellas confesiones me restringieron las llaves de mi moto porque yo misma me había echado al fuego cuando dije que había sido partícipe de todo aquello. 

"Lyla", Takashi me volvió a llamar y me aparté de su abrazo para mirarlo a los ojos. Tomé su rostro y lo atraje hacia mi para besarlo con fuerza, él correspondió unos segundos y se apartó preocupado. 

"Estoy bien, cariño", terminé nuestro acercamiento con otro beso pequeño y lo hice a un lado para subirme a su moto, le quité las llaves de la mano y me coloqué el casco. 

"¿Quién te dijo que manejas tú?", alzó la voz y yo solté una risa nasal mientras encendía la moto, él tomó su casco y se lo puso. "Hazme espacio", dio unos toquecitos en mi cadera y el calor subió a mi cara al instante, iba a poner los pies en el suelo para darle espacio pero él se adelantó y su cadera se encargó de empujar mi cuerpo. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 07 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻Where stories live. Discover now