𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻

Nueva era

Me estaba yendo fatal hoy en el colegio, había visto a Takashi antes de llegar, pero estaba ocupado haciendo cosas en su club y para colmo se irritó porque no entendía su tarea de matemáticas. Decidí darle su espacio porque estaba irritado, me despedí dándole un beso en su mejilla, cosa que pareció suavizarlo porque sus hombros bajaron un poco, estaba tenso de nuevo.

Regresé a mi clase algo desanimada por todo, al menos Baji estaba vivo pero en un mal estado.

Y bueno, ahora mismo había llegado a mi última clase de hoy, no había tenido los ánimos para recibir clases todo el día. Había visto a Takashi en el receso, que por cierto, para entrar al colegio tuve que crear una distracción para que el guardia no viese que entré a esta hora, de lo contrario no me hubiese dejado

"Señorita Yamada, estas no son horas de llegar", me regañó el profesor apenas entré a clases.

"No han sido buenos días", me limité a responder. Mi falta de respeto fue evidente, por lo tanto los cuchicheos de mis compañeros no tardaron en escucharse. A lo lejos vi las caras de preocupación de mis amigos, aunque Takuya estaba durmiendo, Makoto se sacaba los mocos y Yamagishi si estaba preocupado, pero Takemichi no estaba.

"Me imagino que fue todo por la noticia de ayer, un trágico Halloween", añadió el profesor.

"No hace falta hacer énfasis en ese tema, por suerte no fue más allá", me di la vuelta y fui a sentarme en el asiento de Takemichi.

"Bueno, espero que te pongas al día", finalizó el tema y siguió dando la clase.

Sentí un impacto de algo pequeño en mi brazo, vi que cayó una bolita de papel pequeña y al alzar la vista vi a Yamagishi mirándome. Hice un gesto con mi cabeza para que hablase.

"¿Estás bien?", preguntó en un susurro.

Me encogí de hombros.

"Podría estar mejor. ¿Y Takemichi?", miré al profesor para asegurarme de que no nos escuchase hablar.

"Creo que mencionó algo de irse con Draken", rascó su mejilla, pensativo.

"De acuerdo", respondí y seguí prestando atención a la clase.

No había descuidado del todo mis estudios, de hecho ToMan es una pandilla de delincuentes que suele ir bien en el colegio, cosa que impresiona a cualquiera pero así es. Por suerte la clase pasó rápido, tuve que pedirle ayuda a Makoto, que, sorprendentemente era bastante bueno en gramática.

Tomé mis cosas y me dediqué a salir de la clase. De nuevo tuve esos recuerdos de cuando Kazutora había venido a por mi y Takemichi, me pregunto qué fue de él, ya que se había entregado con sus manos manchadas de sangre. A ciencia cierta lo contarían como intento de homicidio, pero no estaba tan al tanto de qué condena iba a recibir. No lo conocí del todo, pero aseguro que esa mirada vacía era un reflejo de cosas que tuvo que vivir desde pequeño.

Lo sé porque tuve esa mirada.

Hasta que conocí a Takashi y a los demás, Emma era una chica que también me había acogido perfectamente, cosa que le agradezco, ya que la calidez de esa chica era como sentirse en un hogar. Aunque todos hemos sufrido, lo sé porque Mikey me había mencionado que su hermano mayor había fallecido. De tanto pensar en el tema recordé a Yuzuha, se había presentado únicamente con su nombre, igual como Kazutora lo hizo, o más bien prefirió que lo llamasen por este mismo.

Me hizo pensar de nuevo en la situación de ella. Podría estar pasando por un momento aterrador ahora mismo, no había hablado con ella, pero sé que necesita ayuda de alguna u otra forma. Me dirigí al club de costura y toqué la puerta dos veces, una chica de pelo trenzado abrió la puerta y me miró de arriba a abajo.