Dentro de la maldad hay bondad

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Después de hablar con el doctor Yamada salí en silencio de su habitación con una carpeta que él mismo me dio, antes de eso me explicó que los análisis de sangre los tomó para verificar si mi padre es mi padre biológico, cosa que me de cuenta que no es así, estuve viviendo con un desconocido toda mi vida. Con la prueba de ADN me explicó que puedo llegar a demandarlo por adulterar los informes de nacimiento, pero... Siento que hay algo más, el doctor debe saber algo y mi teoría se acercó mucho más cuando me dio la carpeta. 

"Hago esto porque conocí a tu madre hace mucho", me extendió la carpeta y cuando la tomé, abrió la puerta para indicar que era momento de que me fuera de ahí. 

Y así es como llegué hasta aquí, con Takashi frente de mí preguntando quien es mi padre biológico entonces. Al encogerme de hombros él se agachó frente a mí para tocar mi cabello, de inmediato mis ojos se encontraron con los suyos. 

"¿Quieres abrir la carpeta?", preguntó calmado, yo asentí pero quisiera hacerlo en otro lugar.

"Aquí no, talvez en mi casa o lo que se supone que sea ahora", dije triste, apegando la carpeta más hacia mí. Él asintió y se levantó, seguidamente me dio su mano y la tomé para levantarme, Takashi me vio con un poco de lástima por lo que dije así que acarició mi mano suavemente y nos dirigió a su motocicleta. Al subirnos fue lo mismo de siempre, me colocó el casco con un cuidado increíble y me ayudó a subir. 

Fue bastante rápido a mi casa, agradecí internamente que haya ido rápido porque la ansiedad me estaba carcomiendo y necesitaba llegar a casa cuanto antes, eran las once de la mañana con unos cuantos minutos, pero talvez entraría más temprano a trabajar pese que alguien estaría en el turno de la mañana. Estuvimos frente a mi casa y yo seguía con la carpeta aferrada a mí, Takashi puso la patilla de la moto y apagó el motor guardando las llaves en su bolsillo. 

"Vamos, si quieres puedo darte tu espacio para que leas todo eso", apuntó la carpeta. "Pero... Si te sientes mal por lo que sea no quiero que estés sola, me gustaría acompañarte", dijo con sinceridad. 

"Puedes entrar conmigo, no hay problema", sonreí tratando de ocultar mi ansiedad. Tomé su mano y saqué las llaves de la casa para abrir la puerta, pues no tendría razón escalar por las tuberías para entrar, después de todo mi padre no está.

¿O sí?

Takashi entró detrás de mí, las luces estaban apagadas por lo tanto mi vista no estaba acostumbrada después de recibir la luz solar, busqué el interruptor de luz en la pared pero una mano grande sostuvo mi brazo con fuerza, mucha fuerza, tanto que sentí su agarre temblar por toda la fuerza que estaba aplicando. 

"¡Agh!", grité del dolor. 

Solo una persona tiene tremenda fuerza y ese es la persona que se hace pasar por mi padre. 

Cerré los ojos fuertemente del dolor, me atrajo hacia él con agresividad, desprendía olor a cigarro y cerveza al mismo tiempo, sentí un nudo en la garganta del miedo de tenerlo frente otra vez. Otra vez iba a hacer lo de siempre y me aterraba no saber cuándo vendría el golpe. 

"¿Dónde has estado? Ignoras mis malditos mensajes y no mueves el culo para comprar lo que necesito", su voz es gélida, tanto que sentí cosquillas en mi espalda del sudor que empezaba a formarse, tragué con nervios. 

"Nunca te importó donde estoy, ¿y ahora me exiges que te diga dónde est-

El golpe me había hecho mover absolutamente todo mi cuerpo por inercia, mi mejilla de rompió por dentro y mi nariz estaba sangrando, sentí un caliente ardor que picaba en el lado de mi cara donde golpeó, fue tanto la sacudida que juré ver estrellas. Me mareé por la gravedad del golpe, unos cuantos ríos de sangre con saliva caían de mi boca. Miré hacia atrás y todo desde entonces ocurrió en cámara lenta.

𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻Where stories live. Discover now