La pelea se acerca

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El día había estado más frío que los anteriores, el invierno era de mis épocas favoritas. 

Takashi y yo habíamos dormido juntos anoche, desayunamos en su casa y fuimos a la mía después. Todo era como una vida normal que viven las parejas, se sentía mucha tranquilidad. 

"¿Tienes pensado hacer algo hoy?", pregunté mientras se abrazaba a mí y yo tocaba su cabello. Estábamos tranquilos en mi habitación.

"Sí, ir por regalos talvez", se separó de mi abrazo para levantarse de la cama, era tiempo de aceptar que cada uno tenía que hacer cosas, yo también tenía mis planes para hoy, después de todo la noche de Navidad sería en una semana. 

"No quiero dejarte ir", suspiré levantándome yo también. "Te acompaño a la salida", abrí la puerta de mi habitación y esperé a que Takashi se despidiera de mamá. 

"¿Qué harás hoy", preguntó en la puerta. 

"Probablemente lo mismo que tú, es una época linda y debo buscar algo para todos", sonreí con nostalgia. Él asintió y dejó un beso en mi frente. 

"No te metas en problemas", desordenó mi cabello y se dirigió hacia su moto. 

"No prometo nada, por cierto, cuidado al manejar, la calle está muy resbalosa", alcé mi voz para que escuchase. 

"¡Lo tomaré en cuenta, nos vemos!", se subió a su moto y en cuestión de segundos ya se había marchado, suspiré en el marco de la puerta observando como su figura se hacía cada vez más diminuta. 

"Ese muchacho te tiene como quiere", habló mi mamá detrás mía. Por supuesto que me sobresalté. 

"¡Ma, qué susto!", me volteé para mirarla con muletas, CON MULETAS y no una silla de ruedas. "¿Tú...?", estaba asombrada, se supone que su difícil movilidad era un tema casi seguro.

"Podré caminar de nuevo, parece un milagro", sonrió achinando sus ojos grandes y oscuros, los cuales se cristalizaron debido a la felicidad. 

"Ya verás que sí. Papá se ha esforzado en mover mar y tierra para darte los mejores tratamientos, todo ese esfuerzo se reflejará con buenos resultados", la abracé con fuerza. "Eres mi todo y estoy feliz de que puedas ser tú finalmente", mis ojos soltaron unas lágrimas, pero las limpié rápidamente. 

"Veo que puedes expresarte mejor, seguro Takashi te ha suavizado ese carácter", me molestó. 

"Bah", cerré la puerta por el frío que comenzaba a entrar. "El carácter fuerte fue lo que lo enamoró, estoy segura", dije orgullosa. "Ma, tengo planes, dile a papá que voy a salir así no se preocupa", tomé las llaves que colgaban de su lugar. 

"Con cuidado...", se preocupó. 

"Cuidado deben tener si se meten conmigo, no hay problema", tomé la capucha de la pandilla del perchero. 

"Ay Dios...", se preocupó más mamá al ver la capucha de la pandilla. "Solo no mates a nadie", me prohibió. 

"Entendido", salí de casa directamente a comprar cosas para Akiko, mamá y papá. Pensé en comprarle algo básico a las enfermeras como aretes o alguna cosa pequeña, después de todo han sido de gran ayuda y se les aprecia. Primero entré a una tienda y lo que hice fue llamar la atención de algunas personas, se me conocía un poco. "Buenos días", saludé al vendedor. 

Según caminaba, las personas se apartaban. Eso no me hace sentir mal, solo me sube el ego. 

Tomé algunas cosas de la tienda, como dulces, cajitas de regalo y demás regalos que elegí específicamente para cada persona. 

𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻Where stories live. Discover now