Reminiscencia | QPCL2

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Dedicaciones para
ItsShaeee
-jeaaanne
innateloser
yourlovinisbible
y PaudimarQuiaroII
❤️

Recuerden que las dedicaciones del cap que viene les pertenecen a las 5 personas que más comenten en este🥰

Sonreía, con el viento pegándome en la cara bien sabroso mientras me dejaba llevar en los fuertes brazos de aquel chico.

Coño, 'ta papiado, dije para mis adentros, palpando sus músculos y buceándomelo sin disimulo. El carajo como que lo notó, porque se volteó tipo el exorcista y a mí no me quedó otra que ver pa'l techo y ponerme a silbar, haciéndome la loca. Ahí fue cuando me di cuenta de dos cosas:

1. No había techo; mis ojos se toparon directamente con el cielo, y eso se debía a que, de alguna extraña e ilógica forma, estábamos volando.

2. El tipo iba vestido de rojo, azul y negro, y en la cara tenía puesta una máscara con dos vainas blancas en los ojos.

Admito que, como bruta se nace, al principio pensé que sería que si el Moscaboy o el Hombre Tuqueque, hasta que, al ver la araña dibujada en su pecho, caí en que era Spiderman.

Aaaaah, pensé, tiene sentido. Estamos es guindando de telarañas, no volando. Duh.

O, bueno, estábamos, mejor dicho, porque fue pensar eso y ahí mismito nos paramos en la terraza de un edificio, que por el estilo y por la altura propios de esa ciudad, me hizo asumir que nos encontrábamos en Nueva York.

—Ajá, bueno, chamita —dijo así todo malandro, despegándome de su cintura y bajándome en el piso de grava con un solo movimiento—. El aerotaxi son cuarenta dólares, pero porque eres tú y estás es mi amor con te quiero te lo dejo en cuarenta y cinco, ¿sí va? Cliente ve pe i, ¿viste?

—Tú sí eres carero de verdad —me quejé, pero igualito terminé sacándome la cartera del bolsillo del short y tendiéndole los riales—. Te lo paso hoy porque voy apurada y no me voy a poner a pelear por unos cobres.

—Tú siempre vas apurada —escuché decir a una voz familiar detrás de mí, hacia la cual Spideytaxi y yo volteamos, consiguiéndonos con un Luisfer vestido todo elegante que nos miraba con los brazos cruzados y una cara de desaprobación arrechísima.

—Luisfer... —empecé a decir.

—De paso con él —me interrumpió, negando repetidas veces con la cabeza en dirección a mi acompañante.

Cuando me giré hacia el tipo que me había llevado hasta allí, me sobresalté al darme cuenta de que, en algún momento, se había quitado la máscara para mostrar el rostro que había debajo, perteneciente a un catire pelo enrulado que hacía mucho tiempo que no veía, al menos en el mundo real y no en el País de las Maravidrogas en el que entonces me encontraba. Es decir, como era de esperarse, Luke Hemmings.

—Do you have any peo? —Luke levantó barbilla hacia Luisfer, como retándolo.

—Llégate, pues —le respondió el otro, dándosela de alzado.

Los dos se fueron acercando, buscándose coñazo mutuamente, llegando casi que a darse hasta que yo me metí entre ambos.

—¡YAAA! —grité durísimo, intentando impedir que se golpearan el uno al otro y fallando cuando la coñiza, sin querer, me la terminaron dando fue a mí. Quién me mandaba. Por salía.