Amo demasiado la fucking primavera. No sé si es el calorsito tan sabroso que pega después del mamaguevo frío neoyorquino que se te mete hasta por el hueco del culo, el olor a fragancia Glade o qué coño. El punto es que me encanta. Suena burda de marico, pero es la verdad.
Verga, ya va. Ahora que lo pienso, ha pasado un buen rato desde que hablamos de este beta que es mi vida, el cual no terminé de echarte la otra vez. Pasa que me entró una cagazón por culpa de las lentejas del CLAP y tuve que salir corriendo pa'l baño. Pero ya volví, y repotenciada.
Se supone que ya te conté cómo me metí en sendo peo y salí viva de vainita. Así que ahora te voy a explicar cómo creía que me había salvado de la maldición que me echó Maduro con la vaina del Capuskicapubul, y cómo resulta que me pelé más que escogiendo papeleta pa'l Kino.
Bueno, en fin. Si vamos a seguir chismeando, vamos a hacerlo bien, pero no desde el principio porque me da caliweba. Sé que son dos años y pico que me estoy comiendo, pero ya yo te iré actualizando de lo que pasó durante ese tiempo. Usted agarre su libreta y vaya anotando pa' que haga un eje cronológico como los que pedía el profesor de historia y yo nunca entregaba.
Así que bueno, marica. Busca las cotufas y siéntate bien, que esto acaba de empezar. Aunque te aviso que si te sientas después te va a tocar pasarte un alambre para volverte a hacer la rayita del culo, porque este beta es pa' rato. Considérate advertida.
Ajá. Te cuento que estábamos en el Festival de Música y Arte de Coachella Valley, con nombre y apellido. Coachella pelao' pa' los panas.
La niña venezolana de monte y culebra que solía imitar a la gente de tumblr de los años 1600, esos que eran más pollina que gente...
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...jamás creyó que fuera a terminar yendo a Coachella. Mucho menos imaginó que iba a estar vistiéndose de hippie y pegándose calcomanías en la cara después de vieja, y que para rematar iba a pensar que se veía arrechísima. Pero ahí estábamos, aunque usted no lo crea.
Digo estábamos, porque tampoco El Llanero Solitario en Coachella. Eso era puro monte, así que no creo que nadie con un poquito de sentido común fuera a llegarse solo buscando salir violado de esa vaina. Por eso, habíamos hecho un mix entre mi squad y el de la pana Lele y nos habíamos llegado todos juntos hasta allá.
Hay que reconocer que era una mezcla medio extraña, pero funcionaba. Como echarle Frescolita a la Coca-Cola.
La cosa es que yo tenía la impresión de que tú ibas para allá puro a farandulear y tomarte fotos. Y a pesar de que en parte no estaba tan equivocada, era más lo bien que lo pasabas echando broma con los panas, escuchando buena música en vivo, y de paso consiguiéndote a gente que sólo se veía en las películas.
Fíjate tú, que hasta cumplí mi sueño High School Musical consiguiéndome a Vanessa Hudgens en la cola pa' ir pa'l baño. Incluso le pedí que me firmara un piaso' 'e papel toilet.
