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Dedicaciones para EstrellasYCorazones , nayaliph , jxmxnxslife y d-dumb ❣️

Dedicación del siguiente cap para los 4 que más comenten

Tan rápido como mis ojos reconocieron el objeto que sostenía en mis manos, se me olvidó la reunión, mi tardanza, las apuestas de Ashton y el cargador.

El puto cargador de mierda... Había venido apareciendo a buen momento. Y con esa suerte que yo tenía, Aleisha pretendía que me jugara la lotería. Qué chiste.

Hacía muchísimo que no veía ese collar. Recordaba haberlo perdido de vista hacía cosa de un año, y llevaba tanto tiempo queriendo deshacerme de él pero viéndome incapaz, más que nada por respeto a su antigua portadora, que sentí un alivio tremendo cuando desapareció. Pero ahí estaba, otra vez. Peor que YouTube Premium.

Bueno, total que inconscientemente me le quedé viendo, algo confundido

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Bueno, total que inconscientemente me le quedé viendo, algo confundido. Luego, cuando sin querer leí el nombre escrito detrás de las tres franjas —azul, amarilla y roja respectivamente—, me detuve en seco. Todo se paralizó. No reaccioné; ni siquiera pude pensar en nada. Mi mente se vació más rápido que salón en hora libre y solamente resonaron en su interior dos palabras, dos simples palabras que bastaron y sobraron para convertirme en piedra: sí, Lucía Rodríguez.

Lucía. Hacía muchísimo que ese nombre no pasaba por mi cabeza. Bueno, desde lo de Coachella, que ahora que me pongo a echar cuentas había sido tan sólo unas semanas atrás. Tampoco era tanto. Pero antes de eso, que es a lo que me refiero yo, seguramente llevaría meses sin acordarme de su existencia.

Lucía. Su nombre sonaba hasta extraño en mi cabeza. En donde siempre había sonado raro era en mi boca, porque ni que hiciera lo que hiciera nunca terminaba de agarrarle el truco a la pronunciación en español. Y eso que me había descargado Duolingo y todo. Siempre me salía era Lushia, Loucia, o cualquier cosa menos lo que en realidad era, por eso Lu siempre me había gustado más, ya que se decía igual en inglés, en español, en alemán y en mandarín, así que no podía cagarla diciéndolo mal ni que quisiera.

Lu... Jum. Entonces que lo pensaba, ¿hacía cuánto que no la llamaba así? ¿Hacía cuánto que no la llamaba de ninguna manera? Aunque bueno, incluso si tuviera una razón para pronunciar ese nombre, ya no evocaría a la misma persona. Esa tal Lu de la que hablamos ya no era aquella chica que algún día había creído querer, sino la mujer que una vez pensé que había llegado a conocer, y que se había convertido en una extraña para mí por culpa del tiempo. Recordaba haber pensado eso mismo en Coachella cuando la vi.

Reminiscencia | QPCL2Where stories live. Discover now