Capitulo 10

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《Nueva información》

La fiesta de ayer había transcurrido normal, aunque la resaca del día siguiente ya era otra cosa de la cual teníamos que lidiar, el equipo ya estaba preparando todo el armamento que se utilizaría llegando al lugar solicitado.

— Oye Perséfone —me habla del otro lado Mauricio —Ven.

— ¿Mande?

— A que no te sabias que Kai, Kim y Nix son hermanos.

¿Cómo? Son hermanos.

— Júralo. — Con razón el parecido que había entre los 3.

— Son los famosos hermanos Lee, al parecer los Statham no son los únicos hermanos aquí —pronuncia con una risa burlona John

Me di la vuelta y vi a Román mirándome con curiosidad, decidí ignorarlo y segui con la plática que teníamos hace segundos. Duramos casi media hora riéndonos sobre las tonterías que decía Alan y Nix hasta que llego Azael y nos dijo que nos fuéramos alistando porque en media hora saldríamos.

Todos estuvimos alistando lo que nos llevaríamos, pero de último momento Azael nos dijo que nos llevaremos unas cuantas cosas y no todo, metimos solo a la camioneta unas pocas armas, algunos dispositivos electrónicos y unas cuantas bombas.

—¿Por qué nos hiciste sacar todo? —Inquiere curioso Elián

— Porque iremos a otro lugar— le responde serio.

— ¿A cuál? — Esta vez soy yo la que pregunta.

— Iremos hablar con alguien para que nos de cierta información.

Estaba a punto de hablar, pero Román llega con una sonrisa de oreja a oreja directo hacia nosotros, junto con una tableta en mano.

— Y gracias a mi es que ese alguien nos dará información.

— No es gracias a ti, si no a la abuela. — Solo podía notar como Azael se irritaba cada que su primo estaba cerca de él.

— Pero es gracias a mi porque yo fui quien la ayudo.

— En serio que a veces si eres irritable —pero lo único que hacia Román era mirarlo con una sonrisa arrogante.

— Lo mismo digo de ti primito.

— Suban a la jodida camioneta de una vez.

Emprendimos marcha al lugar, tardamos casi las dos horas en llegar ya que si quedaba demasiado lejos. De primera vista se podía apreciar una hacienda enorme demasiado hermosa y ya mejor ni hablo de la maravillosa vista que tenía ese lugar, se podría decir que era un lugar perfecto para tomar fotos o para salir a vacacionar con tus amigos y familia.

Azael se bajó para hablar con uno de los guardias que ya hacían afuera vigilando la entrada, el señor le hizo una seña a su otro compañero para que abrieran la puerta y pudiéramos entrar. Y más sorprendida quede con el interior de esta, era mucho más hermosa que de afuera, tenía demasiadas personas armadas por donde sea y lo único que se me podía venir a la cabeza es que no estábamos en cualquier hacienda por que los únicos que tienen personas armadas protegiendo su privada son federales, militares y policías de un alto rango, o en este caso narcotraficantes que es lo que quería suponer al detallar todo.

—Avísale a Gonzales de que ya estamos aquí­ — uno de los hombres armados obedece la orden y si dirige al interior de la hacienda.

A los pocos segundos un hombre vestido de vaquero y con un arma en su cinto hace presencia.

—Muy buenos días mi nombre es Roberto Gonzales a sus órdenes.

—Buenos días, mi abuela nos dijo que usted nos podría dar información sobre la joya. — Pregunta Azael estrechando su mano.

Joyas de Guerra ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin