Capítulo 20

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《Desconocido》

La Doctora Walis se encontraba alistando y preparando unos documentos y análisis que teníamos que entregar para más tardar a las seis de la tarde. Mientras que el doctor Zuit se posicionaba a lado mío leyendo la información de la pantalla grande.

—Tengo una duda —inquiere con curiosidad el doctor.

—Dígame.

—La dilatación del ojo... ¿Será seguido?

—Creíamos que si —doy una leve exhalación —, Pero por lo visto solo se les dilatara una vez.

—¿A qué se refiere con una vez?— la confusión de su mirada me hacía entender que estaba entrando en desconfianza.

—Me refiero a que una vez dilatado el ojo derecho de Perséfone y Azael ya no habrá vuelta atrás —tomo asiento — el oscurecimiento de su ojo nos hará saber que su Devil apareció, como ya lo expliqué anteriormente.

—Sigo sin entender lo de una vez.

Que imbécil.

—Creímos que sus pupilas se dilatarían cada vez que su Devil apareciera, pero ya vimos que solo se les pondrá oscura una sola vez.— comienza a explicar la Doctora Walis —Una explicación más entendible: En las historias de ficción cuentan que los licántropos se convierten en lobos al llegar la luna llena, y en este caso la luna serían los ojos de Azael y Perséfone, la luna ingresa, los ojos se oscurecen. Es como si el licántropo ya se quedara en su forma animal para siempre, así como ellos ya se quedaran en su forma devil de por vida sin necesidad de estarse convirtiendo en ello a cada rato, el oscurecimiento completo de su pupila es la transformación del 100% de sus habilidades, solo que el único problema sería el manejo del control.

Devil= Demonio.

—¿Así que ya ingresado el Devil a su cuerpo se convertirían totalmente en el?—La pregunta la formula un poco lenta.

—Por supuesto, su cuerpo tomará más fuerza y resistencia.

—Serán más fuertes y habilidosos, mucho más que antes —termina de explicar la Doctora Walis.— Solo es cuestión de que ellos sepan controlarse, porque si no lo saben hacer habrán demasiadas muertes y catástrofes.

—Los únicos que pueden detenerlos son ellos mismos.

—¿Y los ejércitos de primer mundo no los podrían detener?

La Doctora Walis y yo nos comenzamos a reír.

—No, imagínese que entrarán en combate y salieran heridos, las personas del ejército o cualquier otra tardarían en sanar, en otro caso terminarían muriéndose, y en cambio un Devil sanaría en cuestión de minutos. También igualemos la fuerza, un Devil es capaz de derribar a cualquier ejército de primer mundo, con uno solo tienen más que suficiente y aun así terminarían perdiendo.

—Una de las razones es que detectan con facilidad los movimientos de ataque de sus oponentes para usarlos en su contra.— La doctora saca un cigarrillo de su bolsa.

—¿Existen más Devil?— El doctor Zuit le empieza a tomar fotos a la pantalla.

—No.

Estoy seguro que los únicos Devil que sobrevivieron al suero Orna son Perséfone y Azael.

—Está bien —retira su bata y se va para la salida —le informaré el avance al jefe, vendré mañana de nuevo.

—Aquí lo esperaremos.

El Doctor Zuit se retira del laboratorio y solo quedamos la Doctora Walis y yo.

—Quiero creer que solo existen dos Devil —inquiere un poco dudosa.

Joyas de Guerra ©Where stories live. Discover now