Capítulo 36

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Maratón 1|3

¿Ella lo sabe?
— Perséfone —

Ya la mayoría estábamos listos para ir a la mansión de los Bennett, solo faltaban en bajar Aleen, Ari y Elián. Azael ya estaba a punto de ir por ellos, tanto era su desesperación que les comenzó a gritar.

—¡Si no bajan en un minuto nos vamos a ir sin ustedes!

La "paciencia" no es una palabra que este dentro de sus virtudes, al contrario, sería algo de sus contras.

—Tranquilo —tomo su mano para entrelazarla con la mía—, no han de tardar tanto.

—Llevamos veinte minutos esperándolos —ojea de rápido mi rostro.

—Relájate.

—Me relajo cuando bajen.

Hice mi cuerpo para atrás y accidentalmente choque con un jarrón, el agua que contenía dentro solo alcanzo a mojar una parte del brazo de Azael.

—¿Te mojaste?

Ja, ya ni viendo su brazo. Que pregunta tan más tonta acabo de hacer.

—Cariño —me miró serio, sin poder creer la pregunta que le acabo de hacerle.

—Dime...

—Pide perdón y retírate.

—Ay, fue un error de pregunta.

—Si, un error.

—Yo opino que los dejemos aquí —replica Nix, acercándose a la puerta. Gira la perilla y se voltea a nosotros—. Este es un gran momento para irnos y no seguir esperando.

—Opino lo mismo —Kai se pone de su lado—, ya me cansé de estar esperando.

—¡Ya estamos listos!

Elián y Aleen bajaron agarrados de la mano, a unos metros detrás venía Ari.

—Para la próxima que vuelvan a tardar —advierte Azael—, los vamos a dejar.

No me puedo quejar, en ocasiones también tardó en arreglarme. Más si me están apurando.

—Una disculpa, ya no volveremos a tardar —responde mi hermana, con un cierto tono de ironía.

—Descuiden —digo con suavidad.

—Ahora si ya vámonos que se nos hace tarde.

Subimos a las camionetas. El pueblo donde vivían ellos se encontraban como a media hora de donde nos estábamos quedando. Tengo entendido que es uno de los pueblos más antiguos de toda Inglaterra, o si es que podría decir que de toda Europa.

Lo que me llamo más la atención fue su arquitectura, casi como si fuera de la época colonial y contemporánea. Pero con un estilo con poco más moderno y sutil. La forma en como se ubicaban las casas y el diseño de sus calles, te hacía sentir como si estuvieras en otra época, es algo que llama mucho la atención con una sola mirada.

Joyas de Guerra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora