Joyas de Guerra ©

Capítulo 42

(En este capítulo vendrán algunos spoilers de lo que va a tratar el segundo libro, ya estará en sus manos adivinar cuáles son).

| ¿Por qué? |
Desconocido.

Ya tiene días que no venimos para el laboratorio, la Doctora walis nos había informado que había sufrido algunos problemas, código rojos para ser exactos, uno de los peores códigos que podamos tener, solo se ha activado dos veces, la última vez fue hace 20 años.

—¿Desde cuándo está activado ese código? —entro al área de experimentación.

Linder mostró el rostro de Azael y Perséfone en la pantalla.

—Hace semanas. Se me hacía muy raro que el Devil de ellos dos no apareciera, pensé que era algún problema con el suero, pero no fue así.

—¿A qué te refieres?

—Hable con Walis y Leiner, les mostré esta imagen —da clic en el botón verde —velo por ti mismo.

Tiene que ser una broma.

Las imágenes mostraban como sus núcleos de ellos dos se estaban separando.

—Esto no puedo ser posible —susurro.

—Cuando el Devil aparece por fin en la persona su presencia debería ser constante, pero si este tarda en aparecer nuevamente significa que un tumor maligno se los está consumiendo por completo y en cualquier momento puede salir... ya no habrá manera de controlarlo, se quedaran en esa faceta para siempre.

—¿¡Cómo es que sucedió eso!?

–El suero comenzó a generar complicaciones en su mecanismo. Si el tumor que les está afectando se extiende hasta su cerebro van a tener la necesidad de comer carne humana. Después de eso llega el último efecto, que es el más peligroso.

—¿Cuál?

—Van a tener ganas de matarse uno al otro, se verán como posibles amenazas. El Devil de Azael le hará creer que Perséfone es su enemiga y el Devil de Perséfone le hará creer que Azael es su enemigo, lo que provocara una guerra de muerte entre ellos dos. Ya no se verán con ojos de amor sino con ojos de odio.

—Una guerra entre Demonios...

—Así es, eso es lo que me temía desde un principio.

—¡Esto no puedo estar pasando! —aviento una de las computadoras contra la pared—Algo debió de salir mal al momento de ingresar el suero en su cuerpo.

—¿Recuerdas Walis llego alterada a decirnos que había dos Devils más?

—Sí.

—Estoy llegando a pensar que son más de dos.

–¿Qué? —un mareo horrible golpeo mi cabeza.

—Al momento de ingresar el suero en las madres, uno de los científicos les inyectó algo más, después de eso se llevó un maletín con algo adentro.

Las mamás de Azael y Perséfone aceptaron ser inyectadas. Ellas pensaron que la inyección contenía medicina para que sus bebés nacieran saludables. Al nacer les hicimos creer que ellos necesitaban cuidados especiales en un hospital especial, pero ahí era donde hacíamos los experimentos con ellos dos. Sus mamás jamás se dieron cuenta de lo que hacíamos con sus hijos.