Super Detective Del Tiempo

Capítulo 18...

Detective Nocturno Parte 3

La escalera de la casa residencial estaba situada en el centro del edificio, con una puerta de hierro en la entrada y una cadena del grosor de un dedo enrollada alrededor del cerrojo y luego sujeta con un candado de hierro del tamaño de la mitad de una palma.
　　
Yin Jiaming miró a su alrededor para asegurarse de que no había nadie, se dirigió rápidamente a la puerta y sacó el llavero que colgaba de su cinturón.
　　
En su llavero había un adorno poco llamativo, sólo de la longitud de su dedo índice y del grosor de su dedo meñique, pero del que podían salir varios palos de hierro de diferentes formas, con un aspecto un poco parecido al de una navaja suiza modificada.
　　
Parece una navaja suiza modificada, pero un "iniciado" sabría a simple vista que está diseñada para forzar cerraduras.
　　
Gracias a su experiencia en las calles, Yin Jiaming había estado expuesto a todo tipo de trucos, incluyendo cómo forzar la cerradura de una puerta con unos palos de hierro.
　　
Terminó el combate en menos de un minuto.
Entonces, Yin Jiaming retiró con cautela el candado, aflojó la cadena, volvió a abrir con cuidado la puerta de hierro por un hueco que le permitiera pasar, se metió dentro, recuperó la cadena de nuevo y volvió a cerrar el candado en falso.
　　
De este modo, nadie se habría dado cuenta de que la puerta de hierro había sido abierta y seguía sin cerrar, a menos que se acercara a examinarla.
Los movimientos de Yin Jiaming eran tan suaves que incluso al tirar de la puerta para abrirla sólo se producía un ligero sonido de raspado, por lo que nadie se alertó.
　　
A continuación, atravesó el vestíbulo y entró en el pasillo de la planta baja.
El pasillo estaba muy oscuro y la única fuente de luz era una bombilla de poca potencia.
El inquilino y administrador de la casa vivía en el piso más cercano al pasillo, en la planta baja, y ya se había ido a la cama, sin dejar luz en la habitación.
　　
Yin Jiaming subió las escaleras rápidamente.
El primer piso era igual que el primero, con un pasillo estrecho, iluminación insuficiente y sin nadie alrededor.
Yin Jiaming se dirigió rápidamente a la puerta de la habitación 206, en el lado más septentrional del pasillo, y volvió a intentar el mismo truco, forzando la cerradura.
Afortunadamente, el propietario aún no había tenido tiempo de alquilar esta casa asesina a la siguiente persona.
　　
Al parecer, el propietario había limpiado la casa brevemente, con los muebles cubiertos con paños blancos y lo que parecían ser los objetos personales de Dai Junfeng, todos amontonados en un rincón de la habitación, sin saber si estaban esperando a que la familia se los llevara o simplemente a que los recogieran como basura.
　　
"Ugh, esto es un dolor de cabeza".
　　
Yin Jiaming se rascó la cabeza y murmuró con impotencia.
　　
"...... Es así, ¿qué más podemos averiguar?"
　　
Antes, Ye Huairui le había instruido para que buscara cuidadosamente señales de que alguien de fuera había entrado en la casa, como huellas, pelos y tazas de té, especialmente en el umbral, el alféizar de la ventana y el cuarto de baño, que eran zonas clave en las que había que fijarse.
Además, comprueba si hay tazas o juegos de té plurales en la encimera de la cocina, colillas en el cenicero, y si encuentras alguna cuerda u otros objetos que puedan servir para "colgarse", asegúrate de llevártelos. ......
　　
Yin Jiaming recordaba muy bien la primera, la segunda, la tercera y la cuarta precaución, pero ahora que entró y echó un vistazo, su corazón se enfrió de repente.
Al fin y al cabo, había pasado más de una semana y no se sabía cuántas personas habían entrado y salido de este pequeño piso donde alguien había muerto en los últimos días.
　　
Cuando alumbró casualmente con su linterna, pudo ver que el suelo estaba cubierto de huellas de zapatos, superpuestas y solapadas, con al menos cuatro o cinco patrones, por lo que era imposible saber quién era de quién.
　　
Al no poder hacerlo, Yin Jia Ming tuvo que ignorar por el momento las huellas que había por todo el suelo y se agachó frente a la pila de objetos diversos con su linterna, mirando uno por uno, tratando de encontrar información útil.
　　
El inquilino se había ahorcado en la casa, convirtiendo una bonita casa en una casa asesina. Yin Jia Ming incluso consideró que el propietario había sido bastante generoso al no tirar todas las cosas de Dai Junfeng.
Las cosas de Dai Junfeng no eran pequeñas, pero todas eran triviales y misceláneas, y no se veía nada especial.
　　
También encontró tres cartas, las dos más recientes eran facturas y avisos de electricidad escritos en portugués, y la restante era un acuerdo de divorcio enviado por la ex mujer de Dai.
　　
Yin Jiaming los hojeó rápidamente y los volvió a guardar.
Los revisó cuidadosamente, y para cuando terminó de revisar la pila de artículos varios, había pasado una hora entera.
　　
En ese momento, ya eran las cinco y veinte minutos, y un nebuloso rayo de sol matutino se filtraba tenuemente por la ventana.
Desgraciadamente, Yin Jiaming aún no había conseguido nada.