Capítulo 192: Hacía a un lugar lejano

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Xie Qingcheng finalmente se iría a los Estados Unidos.


Se descubrió que la condición física de Xie Xue no era buena, ella había recibido un golpe demasiado duro, y el médico dijo que tenía un evidente trastorno de ansiedad durante el embarazo y que sus síntomas eran muy graves. Si Xie Qingcheng no cooperaba en este momento, era posible que no pudiera soportarlo.


Desde los catorce años, Xie Qingcheng nunca había vivido ni un solo día para sí mismo.

Incluso ahora que el caso ha salido a la luz, su destino no parece haber cambiado como resultado.

Debido a que todos los trámites fueron manejados por los miembros de la familia Wei, se completaron rápidamente. Poco después de que Xie Qingcheng fuera dado de alta del hospital, se preparó para salir del país y recibir el tratamiento. La semana antes de irse, Chen Man le pidió que se reunieran.


Chen Man también resultó gravemente herido en la batalla naval y pasó más de un mes en el hospital antes de recuperarse.

El lugar de encuentro que originalmente envió a Xie Qingcheng era el restaurante vegetariano en el que habían estado antes, pero después de que Xie Qingcheng recibiera el mensaje con la ubicación, unos minutos mas tarde le respondió y le dijo que cambiara el lugar, por lo que hizo otra cita en una casa de té Zen.

Chen Man llegó primero, y después de esperar un rato dentro, Xie Qingcheng llegó. Chen Man se giró para verlo, aunque estaba preparado, todavía se sorprendió y luego se sintió muy incómodo.


—Ge…


Hace poco más de un mes que no se habían visto y Xie Qingcheng parecía haber envejecido más de diez años.

Su temperamento anterior era muy fuerte, duro y frío, y se podía ver a través de sus gestos. Ahora, la frialdad en sus ojos todavía seguía ahí, pero la fiereza que lo apoyaba parecía haber desaparecido. Eso lo hacía lucir muy cansado, enfermo y marchito, todo su cuerpo parecía anormalmente pálido, como un fantasma que se hubiera quedado a regañadientes en este mundo.

En el pasado cuando Xie Qingcheng y Chen Man se sentaban juntos, aunque se podía ver la diferencia de edad, no era tan grande. Ahora era muy obvia.

Xie Qingcheng se sentó frente a él. Chen Man le miró fijamente durante un momento, y antes de que pudiera hablar, sus ojos se pusieron rojos, volvió su cara a un lado y contuvo las lágrimas antes de volver a mirarle.

Xie Qingcheng le dijo— Ha sido una larga espera.

—No ha sido tan larga…

—¿Están curadas las heridas?

—Están bien.

La conversación entre los dos era inusualmente tosca, como si hubiera una película invisible bloqueandolos.


Al final, Chen Man no pudo evitarlo, rompió la película y tocó el tema que era casi tabú para los dos— Ge… lo siento… si, si hubiera sabido que no estaba del lado de Duan Wen, entonces definitivamente no lo habría…

—No fuiste tú quien lo mató, ni tus compañeros de equipo. Ninguno de ustedes. Estabas actuando de acuerdo a la ley —Xie Qingcheng se recostó en la silla, se cruzó de brazos y miró a Chen Man con su par de ojos, aunque uno de ellos había perdido el foco y no podía ver nada.

Él dijo— La persona que lo mató, fui yo.

Chen Man— No, ge… no pienses asi…

Xie Qingcheng bajó las pestañas, como si no quisiera continuar con ese tema.

Libro de Casos ClínicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora