27: La princesa y el principe

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" Yo no soy nunguna princesa y mucho menos la tuya

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Yo no soy nunguna princesa y mucho menos la tuya. "

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CORRER POR LOS pasillos ya se les había hecho costumbre a los merodeadores. Se conocían el lugar de los pies a la cabeza; cada rincón, cada detalle; ellos los sabían. Lo que no podían saber era si alguine estaba en esos lugares. Al doblar en el pasillo, corriendo para escapar de Lucius Malfoy, su última víctima de bromas, se encontraron con Narcissa Black; quien se puso una mano en la cintura y movía el pie ansiosamente mientras los miraba con una expresión de reproche. Sin embargo, una gran sonrisa estaba iluminando su rostro cargado de malicia. Los cuatro amigos frentaron en seco al verla allí parada, mirándolos. 

—Cissy... —comenzó Sirius, con intenciones de persuadirla para que los dejara ir. 

Se comenzaron a escuchar los pasos del rubio acercandose. 

—No me llames Cissy, Orion.

—Bien, Narcissa, ¿así te gusta más? —ella asintió—. Bien, oye, Narcissa, tienes que dejarnos pasar. 

—¿Y por qué yo debería hacer eso?

—Porque soy tu primo. 

—Sí, y me caes muy mal. 

Sirius puso mala cara, antes de que James se pasara una mano por la cara, estresado por ver este intento de persuación por parte de su amigo. 

—Sirius, ni lo intentes. Esta claro que ella no nos ayudará —le dijo el de anteojos, pero su amigo no se rindió. 

—Escucha, Narcissa. Tu debes saber muy bien lo que sucede en mi casa, porque también sucede en la tuya, ¿no es así? —e instantaneamente la rubia se tensó y su sonrisa se borró—. Sí, si lo sabes; pues resulta que si no me ayudas a salir de esta; nos castigaran y hablaran con mis padres. Así que, porfavor, porfavor te lo pido; dejanos pasar. 

—¿Qué es lo que estoy escuchando? ¿Sirius Black pidiendome un favor? ¿A mi? —se burló, recuperando sus ánimos—. Quiero que supliques —soltó con simpleza, sorprendiendo al chico con sus palabras.

—¿Qué? —Sirius se quedó plasmado ante su petición. 

—Ya me oíste, ponte de rodillas y suplica; si realmente quieres esto, entonces lo haras, haya tú lo que vaya a pasar. 

—¡Juro que los mato! —se escuchó la voz de Lucius muy fuerte, lo que quería decir que ya estaba cerca. 

Sirius maldijo. 

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESOWhere stories live. Discover now