Fuel ~ EDDIE MUNSON

2: Un vampiro

Florence corrió, pegó un grito, nunca en su vida había visto algo como eso, y la verdad es que ni en esos canales de YouTube había visto vídeos que le causaran ese miedo de manera natural, pues las películas de terror modernas a Florence se le hacían una real mierda, pero eso que vivió con Eddie había sido una total locura.

Eddie se echó a correr hasta atraparla, él tenía miedo al igual que ella, jamás en su vida se había chupado a un perro, por feo que sonara,  no lo tenía en sus planes, era algo que estaba en contra de su naturaleza humana y pues ahora no entendía por qué diablos le salían colmillos automáticos y encima podía chupar sangre.

— ¡Suéltame!— chilló la chica, Eddie había tapado su boca con su mano y la atrapó en la pared, la dejó inmóvil y ella sólo pensaba que serían sus últimos segundos de vida, pues Eddie Munson forcejeaba con ella, pero no para hacerle daño, sino para explicar todo eso que había pasado. Eddie tenía su boca llena de sangre y Florence estaba impactada al sentir su aliento a sangre.

— Sólo cállate— soltó el chico—Puedo explicarlo, no soy un monstruo.—  Ella seguía gritando, sus gritos estaban ahogados en la palma de su mano y aquello era agotador— ¡QUE TE CALLES!—le gritó, sus ojos se hicieron casi horripilantes, el corazón de la chica comenzó a latir.

— No me mates— suplicó la chica y Eddie soltó una risa burlesca.

—Ay, niña me vas a volver loco— Eddie soltó casi burlándose de ella—No tengo en mis planes matar a quien me ha ayudado, pero si no dejas de chillar tendré que apretarte más fuerte. Florence comenzó a autotranquilizarse, ¿Podría confiar simplemente en un chico como él?— ¿Estás más tranquila ahora?—le preguntó. Ella asintió— Vale, te soltaré, pero no te quiero escuchar gritar, créeme que tengo tanto miedo como tú, no eres la única, que no sabe qué mierda pasa.

La chica dejó de chillar y respiró para tranquilizarse. Eddie sacó la mano de su boca.

— Esto podría ser más cómodo si te quitas la sangre de la cara— Florence habló con asco. Eddie caminó hasta el lavaplatos y se quitó la sangre pegada a su piel, se enjuagó con agua y caminó donde la chica.

— Perdón por lo que ha pasado.

— Has matado a Calcifer, es el perro guardián de mi vecina— La chica se sentó en el sofá— Y créeme que estoy por hacerme en los pantalones, sólo estoy acá porque más miedo me da correr—Eddie caminaba de un lugar a otro, como si no entendiera nada de lo que pasaba.

—No entiendo qué es lo que pasa— soltó Eddie—No sé dónde estoy y por qué le he chupado la sangre a un perro— Eddie la miraba con pánico— No entiendo qué es todo esto— apuntó a los aparatos de la casa y cogió el móvil de la chica— ¿Dónde estoy?

— Mierda...— Florence se paró y tomó su móvil, lo desbloqueó con el dedo— Es un teléfono celular. Basta, no estoy para bromas...¿De dónde eres y qué te ha pasado? ¿Necesitas atención médica? Puedo llamar a una ambulancia.