24- Colmillos

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⚠️Adevertencia: Este capítulo es una cochinada ⚠️

⚠️ 2da advertencia : capítulo anémico ⚠️

⚠️3ra advertencia: la 2da advertencia siempre es en plan de broma, la primera es de alerta a gente sensible a temas sexuales⚠️

Florence lleva las manos de Eddie al respaldo de su cama, las amarra a los fierros blancos de esta, lo hace con una pañoleta.

- ¿Esta es tu manera de arreglar las cosas? - Eddie pregunta con una sonrisa.

- En la mañana te he visto salir del baño envuelto en una toalla - ella se acomoda en su regazo, está con una playera grande, debajo, sólo lleva sus bragas - Cuando llegó mi turno de tomar una ducha, me vi en la obligación de tocarme. Desde la mañana estoy con deseos de que me folles, si te soy sincera. Pero mis dedos  no me hacen sentir lo que me haces sentir tú - la chica frota la tela de la ropa interior de Eddie.

- ¿Por qué me haces esto? - Eddie muerde su labio inferior y ella nota aquella reacción biológica de manera automática.

- ¿Qué te pasó, Eddie? ¿ Te calientas cuando imaginas que me toco pensando en ti? - Pregunta ella con una sonrisa, Eddie sigue de manos atadas.

- La verdad es que me tocas, y me caliento - Eddie se ríe, es una exageración, ella lo sabe - Me gusta esta manera de arreglar las cosas. Pero me da algo se pena, te quiero mucho, pero sé que si me sueltas, podría llegar a volverme algo loco. No quisiera que sintieras que no me importa que  te sientas bien - Florence muerde su labio inferior, y atrapa la boca de Eddie con la suya. Con sus propias manos, se deshace de la ropa interior de Eddie. Él se ríe.

- Me gusta ver cómo disfrutas lo que haces.

- Me gusta dejarte duro, esa es la verdad - Florence susurra en su oído - ¿Quieres comer de mí? - le pregunta con su voz ronca. La sangre de ambos está por evaporarse.

Los colmillos de Eddie están a la vista, aunque no es lo único, claramente.

-¿ Qué dices murciélago? - Pregunta la chica, esperando su respuesta.

- Suéltame, bebé - Eddie cierra sus ojos y ella sonríe, muerde su labio inferior, y se quita la playera frente a él, lo hace al propio, lo hace sabiendo todo lo que provoca en él. Eddie ve el abdomen descubierto de la chica, y pierde la cabeza cuando ve sus bragas de encaje color rojo - Tócate, hazlo para mí.

Ella sonríe, se acerca a él y hunde sus dedos en ella.

- Gime mi nombre, hazlo - Eddie da la orden.

- Te gusta mandar incluso atado de manos - Eddie se ríe, Florence hace caso a las peticiones de Eddie, gime su nombre - Voy a soltarte, vampiro. - la chica desata la pañoleta, sus manos quedan en libertad, van directo a sus pechos para después succionarlos, sus colmillos están al borde de hundirse en su piel.

Ella le entrega el cuchillo pequeño.

- No quiero lastimarte...

- No me duele, me calienta - confiesa ella, con una sonrisa - ¿ Qué pasa si me muerdes? ¿Me conviertes? Creo que esa mierda me pondría bastante.

- Te dije que no soy un vampiro como esos de las historias - Eddie se ríe.

- Entonces muérdeme, Eddie- Florence da la orden en un jadeo.

- Primero déjame follarte-  Eddie jala de sus bragas, rasgándolas-  Quiero que nunca me olvides - y aquella frase, en parte la enciende, pero también le causa algo de angustia. La acomoda debajo de  él, toma sus caderas, ella arquea su espalda, lo siente duro y muy dentro de ella. Florence comienza a gemir su nombre.

-  ¿ Dónde quieres que me corra esta noche?

- Dónde quieras, quiero que lo hagas, mientras drenas mi sangre - La chica susurra en sus labios mientras los muerde. Eddie la acomoda en su regazo, Florence sube y baja en su miembro que está duro como una roca. Él ve su cuello descubierto, y sus colmillos aparecen, sin darle previo aviso, los hunde en esa zona, y la cama parece incendiarse, la chica comienza a gemir desesperadamente su nombre, y Eddie también gime el de ella, apenas pueden articular palabras por lo que acaban de experimentar, sentir la sangre de su chica, ha de ser la cosa más excitante que en su vida ha experimentado.

Florence siente que toda su intimidad está en llamas, y quisiera que Eddie jamás deje de follársela, así como lo hace.

Ella es un río, siente los anillos helados de Eddie en su espalda, mientras entra con furia en ella, los colmillos en su cuello le generan electricidad, y los gemidos se hacen más fuertes y seguidos, sabe que está llegando al orgasmo, y Eddie, se corre dentro de ella de tan sólo escuchar su voz desgarrada. Se separa de su cuello y ve los dos hoyuelos negros que han quedado así como en las películas. Un poco de sangre gotea desde los hoyuelos, se forma un hilo burdeo qué cae en sus pechos, Eddie no pierde la sangre, pasa su lengua por sus pezones ensangrentados, y su piel blanca que queda con un leve color rosado.

- Eddie... - su voz está dañada.

-Me hubiera gustado desgarrar tu garganta de otra manera - Susurra en sus labios y la besa en la boca.

- ¿Qué diablos ha pasado? - Pregunta agitada, extrañada, aquella experiencia, jamás podría olvidarla. Nunca en su vida ha sentido aquello.

- Vamos a la ducha - Eddie la conduce de la mano, ambos se paran bajo el agua caliente y limpian sus cuerpos de todas las evidencias que tienen. Hay demasiado traspaso de material genético en una sola noche.

- ¿Te sientes bien? No bebí demasiado. Me medí.

- Sí, me siento bien - Eddie observa los agujeros. Una vez más fríos, duelen al verlos, y se siente mal por generarle dolor a cambio de placer.

Él sale primero, la espera en la cama, con ropa para dormir. Ordena la cama nuevamente, no había quedado en buenas condiciones. Ella sale a los minutos, con su ropa de dormir. Coge sus bragas rasgadas que se han quedado en el piso, y se ríen con complicidad.

Ella se recuesta a su lado, él acaricia su rostro.

- Eres muy linda, me gusta tu rostro después del sexo. Es muy...espontáneo, muy natural - la besa con dulzura y ella lo abraza. Eddie nota que la herida le duele algo.

- No te preocupes, sólo arde un poco, va a pasar.

- Déjame verla...- despeja su cuello y Eddie besa sus heridas. Cierra sus ojos, cuando posa sus labios en los hoyuelos, intenciona con amor aquel beso. Ella cierra sus ojos, y un sentimiento de paz la invade.

- Se siente bien... - habla con calma. Eddie pasa su mano por aquella zona, y sí, Eddie es un vampiro, pero también eso significa, que es un ser mágico, derrochante de sangre y vida, entonces el calor y amor de sus palmas, cicatrizan sus heridas, y el cuello de Florence queda con dos cicatrices imperceptibles.

- Puedo dejarte como nueva, preciosa - la abraza- No debes temer de mí - Sus cuerpos se funden en las sábanas y parecen calzar a la perfección.

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Fuel ~ EDDIE MUNSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora