33: la visita de Eddie

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Su corazón late con fuerzas, sus manos tiemblan de tan sólo saber la respuesta

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Su corazón late con fuerzas, sus manos tiemblan de tan sólo saber la respuesta.

— Mierda — dice en voz baja, sus manos sostienen el octavo test de embarazo que se ha hecho.

—Florence, se enfriará la comida ¿Estás bien? — pregunta Jeremy desde el otro lado de la puerta.

— Ya salgo— responde mientras sus manos tiritan de manera descontrolada.

— Bueno, no te demores más, por favor— Jeremy habla con calma, si tan sólo supiera los problemas de su sobrina, pegaría un grito al cielo. La chica espera que su tío baje, y sale del baño, está pálida, inapetente, y con el corazón en la garganta.

¿Qué se supone que debería hacer si está embarazada de un vampiro? Bajo su lógica eso no debería haber pasado, pero sabe que, probablemente, su lógica falló completamente. Quizá Eddie es tan humano como ella, y simplemente necesita de sangre humana en vez de comida para poder sobrevivir, quizá aquella sea la única diferencia entre ambos, tan así, que son tan biológicamente compatibles que pudieron concebir un bebé.

Pero, de todos modos, Eddie se iría ¿Acaso el bebé era un recuerdo permanente de Eddie? de cualquier manera, no quería un recuerdo, si él no estaría con ella.

Florence baja hasta la cocina, donde saluda a Chelsea y Lili,  Jeremy sirve las copas de vino y ella no sabe qué hacer, o cómo actuar, tiene miedo de comenzar a actuar como una embarazada, pero en su mente, sabe que puede haber una falla, y aún le queda un test.

— A la novena es la vencida— piensa en su optimismo.

Chelsea quien está esperando un bebé de Jeremy comienza a hablar sobre el embarazo, y Florence no puede evitar poner atención, como jamás en su vida lo ha hecho, entonces cree que es terrible todo lo que le queda por vivir. Comenta acerca de cómo notó su embarazo, y que fue básicamente porque no le bajó en la fecha correspondiente, además después comenzó a hablar de sus pechos y lo mucho que le han comenzado a doler, y todas esas cosas torturan la mente de la chica, quien no asimila que hay probabilidades de que esté embarazada.

Aunque es un hecho.

Una vez que la cena termina, Jeremy queda viendo su copa de vino que está intacta.

— ¿Han cambiado a mi sobrina? — se ríe.

— Oh no, es sólo que el otro día he tenido una mala resaca con vino. Me he quedado algo sensible — responde intentando sonar lo más creíble posible, aunque bien sabe que tarde o temprano todo va a estallar como una olla a presión.

— Oh, pues, te entiendo— el hombre sonríe y ella sabe que puede seguir el camino hasta su cuarto. Lleva sus manos a su rostro nuevamente y se encierra en su habitación a llorar. Ve su móvil, tiene llamadas de Eddie, y también tiene mensajes, y ella los evita. No tiene ánimos como para eso, simplemente quiere procesar la idea de cómo ha llegado a todo lo que ha pasado.

Se recuesta en posición fetal y llora en su cama, se siente sola, y se siente horrible porque está embarazada de un chico que se irá, y ella se quedará sola con un bebé. ¿Qué le diría a su tío? ¿Cómo explicaría el que Eddie ya no esté en su vida?

Eddie, por su lado, quiere hablar con ella, porque sabe que sólo le queda una semana en Hawkins, en la realidad que le ha tocado. Y es una semana que quiere aprovecharla de buena manera, y para él eso simplemente significa estar con Florence. Ve que sus intentos por tratar de hablar con ella no rinden frutos, así que nace de él, ir donde Florence y tocar la puerta de los Cunningham.

Jeremy está en el hospital, ella está sola en casa, está anocheciendo, desde que supo aquello, que no ha podido actuar de manera normal. Abre la puerta, encontrándose con el rostro de Eddie.

— Eddie...— lo observa de pies a cabeza, pero con asombro.

—¿Por qué dejaste de responder a mis mensajes y llamadas? — pregunta sorprendido.

— Lo siento, no he estado en mis mejores días — Florence le ha hecho pasar, tiene ojeras en sus ojos. Está nerviosa, no sabe bien cómo poder explicarle lo que ha pasado. Cree y asume con totalidad la responsabilidad de haber permitido que esto pasara, incluso Eddie le advirtió sobre algún riesgo, pero ella ensimismada en su papel de que esas cosas no le suceden, simplemente vivió su vida sin que le importe las consecuencias.

— ¿Estás bien? — Eddie toma su cuello y la besa, siente un dolor en su pecho, le duele tanto lo que debe decirle, pero sabe que es mejor advertirle sobre aquello a su chica, no piensa irse sin previo aviso, pese a que Florence se lo dijo más de una vez.

— Sí, pasa— no lo mira a los ojos, Eddie simplemente entra y ella se queda mirándolo por detrás— ¿Quieres un café? — pregunta con una sonrisa fingida. Eddie se voltea y arquea una ceja, no es una pregunta que Florence haría. Juega con sus dedos, nerviosa, sin poder hacerse una idea de cómo empezar a hablar, de cómo poder decirle aquello que se ha guardado la tarde entera.

— No, gracias— Eddie responde, tiene un nudo en la garganta. Apenas quiere mirarla a los ojos— Estoy bien así — él la observa, ve sus ojos, su sonrisa, sus gestos algo graciosos. ¿En serio quería dejarla y fingir que nada pasó entre ellos dos?

Florence lo ve y lo abraza. Eddie cierra sus ojos mientras rodea su diminuto cuerpo con sus brazos, y cree que ya no puede seguir ocultando que le queda muy poco en el 2022. Se separan lentamente, y se ven a los ojos.

Eddie está a segundos de hablar, de decirle que se irá, pero ella le gana.

— Tenemos que hablar...— Florence comienza a sudar frío. Y Eddie cambia su semblante, no esperaba un inicio de frase de esa manera.

— ¿Ah?

— Tenemos que hablar...— ella opta por pararse del sofá, siente que quiere vomitar, y no sabe si es por el bebé o por los nervios, aunque claramente es la segunda opción.

— Florence...también necesito que hablemos— Eddie se para, queda frente a ella.

— Bueno, pero esto es más importante...

— Por favor, escúchame a mí primero...— Eddie cierra sus ojos y toma sus manos, deseando que ella no diga nada, y simplemente escuche la verdad.

— No, Eddie. Esto es primero—La chica lo mira a los ojos, suspira y vomita aquellas palabras— Estoy embarazada, estoy esperando un bebé y es tuyo. 

 

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Fuel ~ EDDIE MUNSONWhere stories live. Discover now