Eddie Munson es un vampiro atrapado en la actualidad, por cosas del destino Florence lo encuentra junto a su tío, y Eddie debe hacerse amigo de la chica para poder sobrevivir en la actualidad. Entre ellos nace la amistad, las risas no faltan, pero s...
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—Eddie...—Florence parece dar un último suspiro, él mueve su cuerpo, entonces ve cómo están todos casi congelados. La chica tiene su mirada algo perdida. con su mano en su vientre, intenta poder curarla, intenta poder hacer que la chica esté bien. Florence está muriendo entre sus brazos, sabe que, si espera unos minutos más, ella morirá, entonces sabe que debe dejar su cuerpo en aquel muelle donde más de una vez caminaron, y él podría saltar al agua, buscar aquel portal, y pasar al 86. Él quedaría vivo, y podría ser feliz como un chico normal, pero siempre pensaría en ella.
¿Y qué pasaba si la llevaba con él? sabía de qué quizá no significaría demasiado, ¿Pero y si las cosas cambiaban? ¿Y si se la llevaba y cruzaban juntos el portal? ¿Podría Florence mejorarse en su realidad, o al menos evitar la muerte en otra realidad?
— Tiene que llevársela— Mike le dice a Dustin— Ella tiene alteraciones en su sangre, es la madre de un ser que no es humano, tiene una criatura que no es de esta realidad, sus niveles de células sanguíneas no tienen nada relacionado a un humano, ella puede verse mal, ¿Pero y si ese bebé le ayuda a poder soportarlo? —Dustin lo queda mirando.
— ¡Entonces grítalo! — Eddie está sin saber qué hacer. Sostiene a la chica entre sus brazos, Florence le sonríe.
—Vete, Eddie...— ella aún habla, apenas puede sentir su cuerpo.
— No quiero dejarte—responde entre lágrimas— No pienso dejarte Florence. Estamos juntos en esto— Eddie observa su rostro, sus ojos parecen estar perdidos mirando hacia el horizonte. Han pasado segundos desde que recibió aquellas balas, Mike y Dustin están con la boca abierta y Jeremy en shock.
— ¡Hagan algo!—grita Jeremy, le habla a los policías que parecen estar inmóviles frente a aquella situación, y es que Eddie, por guapo e indefenso que se vea, les ha producido una especie de miedo irracional al verlo lleno de ira porque las personas que debían rescatar a Florence, la han dañado sin más.
— ¡Llévatela Eddie!— le grita Dustin desde su lugar—¡Ahora ya!—le da la orden, los demás miran.
— Apúntale— Jeremy le habla a uno de los policías— ¡Quiero a mi sobrina!— grita desesperado.
Eddie mira a todos a su alrededor, Florence está entre sus brazos, su playera blanca, ahora tiene una gran mancha color vino en el abdomen, Eddie sabe que no sólo es ella, sino lo que está ahí, creciendo. Sin dudarlo se lanza al lago, los policías comienzan a disparar a las aguas, pero ninguna bala llega a ellos. Eddie apenas puede nadar bien, pero hace sus esfuerzos, no la suelta en ningún momento, una vez las aguas se hacen de un verde más oscuro, puede ver el portal, con un color rojo brillante, latente, es asqueroso, extraño, pareciera que cualquier cosa que se acerque a él, podría no salir con vida, pero Eddie sabe de qué se trata, entonces se encarga de pasar junto a ella, es como si aquel portal tuviera tentáculos, o raíces, se mueven suavemente, como si tuviera vida propia, la consistencia es gelatinosa, algo viscosa, Eddie siente que su respiración ya no da para más, y se siente algo más aliviado cuando logra pasar a Florence al otro lado del portal. Él da su último esfuerzo, entonces entra y nuevamente esa fuerza que sintió aquella primera vez, pareciera ser más potente. No se podría describir cómo lo ha sentido, pero su cuerpo ha dado una vuelta y de pronto siente cómo su cuerpo choca contra el piso. Se golpea fuerte en la cabeza, y abre sus ojos, su mundo da vueltas, ve los árboles, es de noche, la luna está grande y hermosa, suerte para él, ha podido encontrar a la chica sin mayor inconveniente, aunque ella está tirada en el suelo. Eddie va de inmediato donde ella.
