𝐘𝐀𝐈𝐋| "You can hear it in the silence, you can feel it on the way home... 𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆. 𝑻𝒓𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆".
|| Charles Leclerc se enamora de su mejor amiga, sabiendo que es un gran paso en su camino que siempre estuvo trazado del...
—chapter twenty-one: did you ever have someone kiss you in a crowded room?—
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
04 DE JULIO DEL 2021
RACE
ALZÓ LOS PUÑOS EN VICTORIA CUANDO VERSTAPPEN CRUZÓ LA LÍNEA, ayer había dormido como bebé y en unos minutos no solo saldría al podio para verlo recibir su premio, sino que en unas horas se estrenaba su video musical, lo que la tenía con los nervios a mil.
Sonrió abrazando a Horner que recibió el gesto gustoso, de alguna manera le estaba agarrando cariño y viceversa.
― ¡Eso es campeón! Lo lograste nuevamente, Max ― sonrió sabiendo que las cámaras estaban sobre ella en este preciso momento mostrándola en todas las pantallas.
― ¡Sí! Gracias, muchas gracias en verdad Isa, sabes que tú apoyándome es todo lo que necesito ― alzó sus puños. ― ¡Además, felicidades por ese video que se estrena en horas!
Por supuesto, Max Verstappen haciéndole publicidad cada que podía, así como de alguna manera Red Bull se aprovechaba de tener a la princesa de Ferrari en sus tropas, el rubio le devolvía el gesto.
Kelly le sonrió yendo hacia el podio, dónde no solo vería a su mejor amigo en primer lugar, sino a su amigo de McLaren en tercer lugar que tenía bien merecido. Sonrió y en lo que el podio llegaba fue corriendo hacia Ferrari dónde se encontró con Charles y Carlos.
― ¡Buen trabajo! ― no lo pensó, la realidad es que no quería pensar en nada, simplemente se lanzó hacia los brazos de su monegasco que no dudó en atraparla y envolverla en un abrazo.
― Gracias, ma cherié.
― Yo sabía que podías lograrlo, es decir, octavo lugar no está mal para haber empezado lejos de los primeros diez ― se separó sonriente, y Charles agradeció que lo que sea que había tenido ayer hubiera desaparecido de sus orbes.
Ahora estos se veían completamente diferentes, con un brillo peculiar y le alegraba de alguna manera saber que era participe de ello.
Carlos se acercó a ellos sonriente, no solo por su desempeño en pista, sino por la escenita que ambos acababan de montar. ― ¡Isa!
― ¡Chili! ― se saludaron de manos. ― Buen trabajo, mi amigo.
― Gracias, pensé que saldríamos muy mal en esta.
― Ni me lo digas, cada vez que Pérez y Charles tenían esas pequeñas batallas y terminaba con Leclerc en la pista sentía mi corazón detenerse por segundos ― observó a su amigo que sutilmente se sonrojó. ― Tú enojado eres un caso, Charlie.
Le picó la mejilla sonriente ocasionando un leve rubor más extenso en las mejillas del piloto. ― Es que estaba enojadísimo, pero todo bien entre nosotros.